

El presunto asesino de Lardero llega a la cárcel de Segovia, donde tendrá asignado un preso de confianza
Francisco Javier Almeida ha sido trasladado en la tarde de este jueves desde la prisión de Logroño en medio de un dispositivo especial
El hermetismo ha envuelto todo el operativo de traslado de Francisco Javier Almeida. El presunto asesino de Álex, un niño de 9 años de ... la localidad riojana de Lardero, ya se encuentra en la cárcel de Segovia, a la que ha llegado minutos antes de las 16:30 horas en medio de un dispositivo extraordinario, habitual por otro lado en este tipo de desplazamientos de reclusos especiales. El caso del homicidio del menor, las circunstancias en las que se produjo y los antecedentes judiciales y penales del arrestado han provocado un estallido de rabia, indignación y dolor en la sociedad riojana, que se ha extendido al resto de España.
El convoy ha salido de la cárcel logroñesa en torno a las 13:25 horas. Fracisco Javier Almeida, de 54 años, ha llegado a la cárcel de Segovia tres horas después. A las 16:25 horas entraba el furgón en las instalaciones de Perogordo. El presunto asesino de Lardero ha sido trasladado en un dispositivo especial coordinado de la Guardia Civil. El Instituto Armado monta este tipo de desplazamientos discretos y herméticos por el propio perfil del preso, por los delitos cometidos y para amortiguar en lo posible la repercusión mediática suscitada por casos como el del asesinato de Álex, sumamente sensibles y delicados y con gran eco social.
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Almeida ha permanecido en el centro penitenciario de Logroño desde que el juez decretara la prisión sin fianza este pasado domingo 30 de octubre después de que fuera detenido dos días antes por el infanticidio. Ha guardado la cuarenta preceptiva por el protocolo covid. Allí ha estado en régimen de aislamiento y sometido a otro protocolo, en este caso al fijado para este tipo de reclusos con el fin de prevenir suicidios, por lo que ha estado controlado por otro reo en una celda contigua durante las veinticuatro horas del día, aunque no han tenido contacto físico.
Protegerle de otros presos
La decisión de trasladarle a Perogordo responde a razones de seguridad para proteger al propio interno y salvaguardar su integridad ante la eventualidad de un conflicto con otros presos que cumplen condena. Sobre todo, si se tiene en cuenta que los reos con este tipo de delitos a sus espaldas pueden ser objeto de ataques de otros internos, con condenas largas, que, como comentan fuentes penitenciarias, «poco tienen que perder», informa el diario La Rioja.
La expectación en las inmediaciones del centro de Perogordo ha sido enorme. A la puerta del centro hacían guardia desde bien temprano medios de comunicación locales, regionales e incluso nacionales, a la espera de captar la llegada de Francisco Javier Almeida a Perogordo. Unas horas antes, hacia las once de la mañana, el centro penitenciario de Segovia abrió la verja para permitir la entrada de un furgón de la Guardia Civil. Falsa alarma, porque en él no viajaba el presunto asesino de Lardero, sino otros reos en la habitual ruta de traslados que se hace cada jueves.
Protocolo antisuicidios
En un principio, está previsto que Almeida quede ingresado en un módulo de aislamiento, aunque, al igual que en la cárcel de Logroño, va a estar acompañado por otro recluso de los denominados 'de confianza'. Esta medida se encuadra en el protocolo de prevención de suicidios que se le aplica. Precisamente, el presunto homicida del niño de Lardero ejerció ese rol en los últimos meses de su condena anterior para ayudar a la rehabilitación de otros internos conflictivos.
El detenido había quedado en libertad condicional en abril de 2020 después de cumplir varias condenas y de haber ejercido de preso de confianza en los últimos tiempos. El 1998 fue sentenciado a treinta años de prisión por asesinato y agresión sexual en el conocido como 'crimen de la inmobiliaria'. Almeida asestó 17 navajazos a una comercial. Antes, también había sido condenado por otra agresión sexual en 1993.
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