El periodista Carlos del Amor conquista Segovia con un «lleno absoluto»

Cerca de un centenar de personas ansiaban conocer la importancia que tiene el arte y la cultura en la vida cotidiana. Para ambos ponentes, este aspecto es esencial y su concienciación, necesaria. No sorprende, por tanto, que este fuera el hilo conductor de la conversación titulada 'El arte, excepcional y cotidiano'.

Ambos periodistas, que también son escritores, gozan de una gran reputación en el ámbito del periodismo cultural. Así lo corroboran los premios cosechados con sus diferentes obras, que tienen la cultura como nexo de unión. Fanjul, quien guió la charla, aprovechó su primera intervención para despertar la curiosidad sobre la importancia de esta rama entre los asistentes. Una inquietud que Del Amor reivindicó para formular su hipótesis sobre que la cultura «nos hace mejores»al ser un «arma»que despierta el espíritu crítico.

«Hay más enriquecimiento en la visita a un museo que en un partido de fútbol», afirmó de forma rotunda. A su juicio, los elementos artísticos que se exponen lleva a cuestionarse su significado, los objetivos de su creación y el porqué de su expresión. «Si fomentas esto desde pequeño, te ayuda a ser un poco más inconformista. Es algo que todos debemos hacer», perfiló.

Sobre este paradigma se articuló un sinfín de dudas existenciales o cuestiones contemporáneas. Algunas de ellas, relacionaron la expresión artística con las intenciones políticas. Y en relación a esto, surgió el dilema sobre si los últimos ataques a las obras artísticas, fundamentalmente cuadros, llevados a cabo por activistas por el medioambiente consiguen sus objetivos reivindicativos.

«La causa era loable. Pero se equivocaron en la manera de llamar la atención y consiguieron el efecto contrario», estimó Del Amor. Fanjul hizo hincapié en el sentido que les llevaba a actuar sobre los soportes culturales. Estos son elementos que están «dentro de la cotidianeidad» y los ataques hacia ellos «nos afectan también a nosotros», un hecho que se percibió en los escalofríos sentidos tanto por los ponentes como el público.

En este sentido, otro de los temas que ocupó un lugar privilegiado durante la charla fue la actualidad del periodismo cultural y los últimos ejemplos de censura que los participantes han percibido. Mientras que este mundo protagoniza los espacios «de relleno», Del Amor insistió en que «nos interesa más de lo que creemos y nos quieren hacer ver».

La dedicación del periodista y escritor es exclusiva a este mundo. Es una de las voces de la cultura en el panorama nacional, una realidad que se aprovechó para narrar el comienzo de su trayectoria profesional. «Cuando hacía deportes comparaba los contraataques fútbol con escenas de películas. Eso no gustó mucho. La rama cultural permitía mayor libertad creativa», subraya. «Hacía lo que me daba la gana», bromeó, lo que preludió numerosas carcajadas del público.

Si bien es cierto que Del Amor ocupa también un lugar privilegiado también en el ámbito de la narrativa, «es implanteable que deje el periodismo». Tras su experiencia y testimonio sobre el lugar que ocupa el arte en la sociedad, reconoció que «hay que desprenderse del purismo que crea elitismo y lo aleja de la gente», ya que cada persona tiene que cultivar su «mirada» frente al ejemplo artístico.

Fanjul y Del Amor, que ya habían coincidido en alguna ocasión, incluso en el papel de entrevistado y entrevistador, respectivamente, se congratularon de completar el aforo y de las ovaciones recibidas.Al finalizar el coloquio, atendieron las dudas de algunos de sus seguidores y firmaron varios ejemplares de sus libros reconocidos.

A lo largo de la jornada se celebraron otros eventos de similar popularidad con motivo del Hay Festival. A las conferencias se sumaron lecturas, exposiciones y espectáculos, que pusieron punto y final a la presente edición del festival.