La número dos del PP de Sepúlveda, alcaldesa después de tres renuncias

El partido más votado el pasado 28 de mayo fue el PSOE con tan solo dos papeletas de ventaja sobre el PP. La pérdida de dos representantes en comparación con los anteriores comicios provocó un empate a cuatro, por lo que Vox, que consiguió un edil, se quedó con la llave del futuro gobierno. Esta situación ha requerido un arduo proceso de negociación, que desencadenó en la renuncia el pasado 12 de junio de tres concejales populares -incluido el cabeza de lista y los números cinco y seis- hasta vislumbrar un pacto con el aspirante del partido de Santiago Abascal, Francisco Pablo Conde.

Hasta el último momento nadie se atrevía a vaticinar si alguno de los miembros de la corporación se iba a abstener para permitir el gobierno de la lista más votada y, por tanto, la repetición del socialista Ramón López Blázquez como alcalde. Las apuestas se contaban por decenas entre el más de medio centenar de personas que fueron testigos de la sesión de constitución del nuevo Ayuntamiento.

No importaba el calor y tampoco los nervios. El pleno comenzó puntual y duró más de media hora. A petición del que ejerció como regidor en la última legislatura, la votación para investir al nuevo dirigente de Sepúlveda fue secreta y no a mano alzada, según establece el procedimiento ordinario. Los resultados del escrutinio arrojaron cuatro votos para el socialista y cinco para la candidata popular, que se alzó con el bastón de mando al obtener mayoría absoluta.

El acuerdo alcanzado con Vox recoge que su único concejal electo ocupará la tenencia de Alcaldía y el Área de Infraestructuras y Vías Públicas. La recién proclamada alcaldesa aceptó el nombramiento y juró el cargo de legal forma. Durante este proceso, algunos de los vecinos decidieron abandonar la sala al sentirse en desacuerdo con el desenlace. Alguno de ellos argumentaban que no había sido la cabeza de lista electa, si bien es cierto que Michelena estuvo arropada durante la investidura por el aspirante inicial.

«Quiero agradecer el trabajo de Pedro por iniciar la candidatura», subrayó en su discurso la residente desde hace unos años en la villa sepulvedana. Así, tomó posesión con «honor y privilegio» e hizo un reconocimiento a todas aquellas personas que «han depositado el voto en mí», lo que desencadenó en los aplausos de gran parte del público del salón.

Después de numerosos abrazos y gestos de enhorabuena, enumeró algunos de los retos que pretenderá resolver durante su mandato. Uno de ellos es el desarrollo sostenible de la localidad por medio de la mejora de limpieza e infraestructuras para «ofrecer al turista una experiencia única y memorable». No obstante, también incidió en que buscará «el máximo bienestar» para los residentes y se comprometió a trabajar «de manera transparente» con el fomento de la participación ciudadana. Todo ello con el objetivo esencial de «alcanzar el bien común de los vecinos y agregados».

El relevo finalizó con numerosas fotografías para el recuerdo, en las que no estuvieron presentes los ediles socialistas de la corporación. Una vez culminada la investidura, el nuevo equipo de gobierno acudió a revisar el acta de arqueo y los justificantes de las existencias en metálico y recibos bancarios, así como el inventario de bienes, que habían sido actualizados.