Ana Rosa Zamarro gobierna en Cantalejo con el visto bueno de su predecesor

Más de medio centenar de personas asistieron a la constitución de la nueva corporación local de Cantalejo. La mayoría, familiares y amigos de los aspirantes, aunque también se acercó algún vecino para confirmar si las últimas noticias que les habían llegado eran ciertas. El mutismo que ha protagonizado las dos últimas semanas se rompió instantes previos a las 11:00 horas, cuando el acercamiento del equipo de Zamarro y de De Lucas se evidenció en los primeros saludos y conversaciones.

Los candidatos electos del PSOE esperaron hasta el último momento para entrar al salón de plenos. Mientras que los socialistas se ubicaron en la parte izquierda de este espacio, los dos concejales de Vox se sentaron junto a los que ya se han convertido en sus socios populares de gobierno.

Tras constituirse la mesa de edad diez minutos después de la hora prevista, los cabezas de lista del PSOE y PP pronunciaron un sí rotundo en su apuesta para alcanzar la Alcaldía. De Lucas titubeó varios segundos antes de hacer pública su decisión de concurrir también a la elección, aunque prosiguió con el alzamiento de su mano para votar la investidura de Zamarro, que alcanzó la mayoría absoluta con seis sufragios.

La incertidumbre permaneció hasta el final, ya que algunos asistentes dudaban de que el aspirante de Vox llegara a un acuerdo con la candidata del PP. Bajo estas mismas siglas consiguió regir el municipio briquero en la última legislatura pero en marzo declaró que no se sentía «representado» por los populares. Optó por encabezar las listas del partido de Santiago Abascal, formación que ostentará la primera tenencia de Alcaldía y el área de Turismo de la localidad.

«Con orgullo recibo este bastón de las manos de Javier con la idea de trabajar por el bien de Cantalejo», manifestó la primera mujer alcaldesa de la historia del pueblo. Así, agradeció a todas las personas que «han conseguido que yo esté aquí en este momento», lo que despertó una extensa ovación. Fue un discurso breve que precedió la intervención de San Macario, quien adopta el papel de líder de la oposición.

En primer lugar, reconoció la «legitimidad política de la investidura y nombramiento» y se comprometió en nombre del equipo que encabeza a «ejercer nuestra la labor con respeto y la cabeza bien alta». Sin embargo, criticó que el acuerdo alcanzado entre PP y Vox en la localidad briquera es «moralmente indecoroso, donde la dignidad brilla por su ausencia».

A juicio del portavoz socialista, la lectura de los resultados conseguidos el pasado 28 de mayo abocaba a pensar que una forma de gobernabilidad «normal» hubiera sido que el PSOE alcanzase el poder del Consistorio. Hizo hincapié en que la lista más votada había sido la suya, lo que le otorgó cinco de los once representantes, lo que no fue suficiente. «No todo vale con tal de conseguir el poder, a nosotros solo nos guía la intención de ayudar a nuestro pueblo: ni egos ni recompensas individuales marcarán nuestro camino», subrayó.

Las palabras de San Macario desencadenaron numerosas reacciones entre el público existente. Mientras que unos defendían su discurso, otros lanzaron vituperios que nadie pudo detener y finalizaron con la salida del equipo socialista una vez culminada la sesión constitutiva. De este modo, rechazaron aparecer en una fotografía de la corporación al acto y, una vez en el exterior, fueron recibidos con los aplausos de una muchedumbre que les esperaba en la céntrica plaza. Un hecho que se repitió aún en el interior del edificio consistorial, con los concejales de Vox y PP como protagonistas.