El nuevo toque de queda a las 20:00 horas amenaza con asfixiar al deporte segoviano

El caso de Segosala es representativo, puesto que son varios los equipos que se verían afectados. empezando por su buque insignia, el de Segunda B. «Veo complicado, si esto sale adelante, seguir entrenando al equipo», dice su entrenador Ángel Zamora. «Ahora entrenamos de siete a nueve y ya hay dos jugadores que estudian por la tarde y me llegan a las ocho. Tendríamos que empezar a las seis y habría que reducir entrenamientos. Mi segundo ya no podría ir y yo vivo en Fuentepelayo, no puedo dejar mi trabajo antes de las cinco para llegar justo». En el caso de su equipo fenemino, pasaría igual, aunque ahora ese es un problema secundario porque están confinadas por un brote de coronavirus. Pero se encontrarían en el mismo caso que las jugadoras de fútbol sala de Unami. «El equipo está hecho con gente que trabaja fuera. Ahora entrenamos de ocho a nueve y media y no podríamos hacerlo de otra forma», explica su capitana Rocío. Para el Unami de fútbol, que entrena también en las pistas de atletismo a partir de las 19:30, sería imposible.

Hoy mismo podríamos ver las consecuencias de esta decisión de la Junta, puesto que el Claret recibe al equipo de Soria y tiene solicitada la cancha desde las seis de la tarde hasta las nueve de la noche. «Tras 30 años entrenando», dice Cristian Álvarez, su entrenador, «las hemos visto de todos los colores. No tan graves, desde luego. Pero vamos día a día. el sábado pasado la Federación nos dijo que el domingo no fuéramos a Valladolid por el temporal y hasta que no nos lo comunicó, nosotros seguíamos pensando en jugar. Seguimos en las mismas: hasta que no se manifieste la Federación, nosotros pensamos en jugar».

Para los clubes de Tercera División la historia es diferente. No obstante, Manu González ya había pensado en adelantar algunos entrenamientos a las cuatro y media de la tarde para aprovechar más el sol y muchos jugadores de la plantilla, por cuestiones laborales, no podían. De momento, mantendrían los horarios, de cinco y media a ocho, y todos los jugadores tendrían tiempo de regresar a sus casas, puesto que ni siquiera se duchan en las instalaciones siguiendo el protocolo covid.

El Club Deportivo La Granja no está en el mismo caso. Para ellos, según Ricardo de Andrés, sería «inviable por los horarios de trabajo de algunos jugadores». Su presidente, Javier Montero, entiende que no debería afectarles al estar en competición federada, pero se muestra cansado de la situación: «Sin poder recaudar en taquilla, ni en cafetería, estamos asfixiados económicamente. Menos mal que el club siempre ha tenido superávit, porque en esta temporada es fácil que se nos vayan 20 o 25 mil euros en gastos». Ambos equipos habían fijado en el día de ayer el partido que tienen aplazado para el miércoles 10 de febrero a las 19:45 cuando la decisión de la Junta les pilló por sorpresa. De momento, expectantes, han decidido mantenerlo y ver qué ocurre. Pero también es cierto que La Granja no podría, por cuestiones laborales de sus integrantes, jugar mucho más pronto. Otro palo en la rueda de una temporada tensa para el deporte segoviano.