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El Alcobendas tiró de su Pabellón de los Sueños para firmar la hazaña del equipo de Plata que tumba a tres Asobal para meterse en ... la final a ocho de la Copa del Rey. Era el consuelo del Nava a una temporada de más a menos, pero los de Álvaro Senovilla se quedaron sin el primer billete de su historia en la prórroga, en la que claudicaron tras desperdiciar un +5 en el cuarto de hora final. Ya lejos de puestos europeos, solo quedan los deberes de cerrar la permanencia.
Por si los segovianos necesitaban un recordatorio de la peligrosidad de un rival que ya había eliminado a dos compañeros de Asobal —Anaitasuna y Benidorm—, los de rojo salieron en tromba, resolviendo con su capitán, Gonzalo Velasco, el primer ataque y poniéndose 2-0 al culminar Mario Crespo una contra tras pérdida de Nico Bonanno. El argentino, convertido en arma habitual en ataque ante la acumulación de bajas, sufrió el golpe de la exclusión a José María Gutiérrez y canjeó ambos ataques en superioridad. Dani Pérez pudo voltear la contienda, pero Ramón Fuentes hizo su presentación con la primera de muchas paradas.
El Nava empezó a perder balones y a entender que su rival estaba enseñado a castigar en transición. Lo compensaba con golazos, desde una rosca al palo largo de Pancho Ahumada, prácticamente sin ángulo —el breve estado de gracia de alguien que ha marcado 22 goles en los últimos dos partidos— al misil de Isaías Guardiola para quitar el polvo de la escuadra, una acción en la que se llevó un golpe en la cara de Anthony Pinto, que vio la roja y dejó a Alcobendas 63 minutos con un extremo izquierdo. Era una oportunidad para tomar ventaja, pero el Nava no canjeó esta vez la superioridad.
Alcobendas siempre estaba dispuesto a arriesgar para descoser a un rival superior, ya fuera con un pase en largo muy optimista de su portero o con el lanzamiento directo desde el saque de centro ante una portería huérfana. Un equipo sostenido por su portero, por eso el partido seguía en empate técnico. No había ningún goleador enchufado en los visitantes; tampoco su portero, aunque Luis de Vega estiró su racha de penaltis negados cuando se midió a Gonzalo Velasco.
Era un partido de partidos y el siguiente asalto fue de las defensas, cinco minutos con el marcador congelado. Alberto López perdió la camiseta en una secuencia de agarrones con la defensa navera. La recogió, sin más, sin exclusión, para enfado del público que abarrotaba el Pabellón de los Sueños, con un buen contingente navero. Cuando volvieron los goles, Agus Castellano exhibió definición en seis metros y obligó al Nava a una acción brillante, un pase filtrado al milímetro por Isaías en el carril central hacia el corte Méndez, para irse solo uno abajo al descanso (14-13).
Fuentes volvió de vestuarios donde lo dejó, parando, mientras Iker Aguilera mantenía el buen momento del ataque local. Malas noticias para los segovianos. Ahí llegó Mario Nevado, su internacional con la selección al que fichó en Alcobendas y al que verá partir en junio, para bajar el suflé con sus primeros goles, una calma necesaria porque Gonzalo Velasco se sacaba una delicia desde la cadera. El otro elemento que puso al Nava al timón fue Buda, que se agigantó en seis m tros. Con todo, el parcial no terminaba de llegar. Sí lo hizo la roja a Gonzalo Carró tras ver tres exclusiones en 38 minutos. Lo aprovechaba Iker para definir con un escorzo de espaldas y mantener las espadas en alto (19-19).
Llegó entonces el gol de la noche, con el Nava en inferioridad y con aviso de pasivo: solo quedaba un pase por hacer. A Nevado, un trallazo a la escuadra que movió literalmente la portería. Seguía buscando atajos el Alcobendas con un pase de Fuentes que esta vez sí encontró a Crespo, que se estrelló ante Buda. Lo aprovechaba Nevado para sumar otro gol en transición, pero a Alcobendas le daba igual, pues lanzaba otra contra que ahora sí canjeaba Nacho Gimeno. Ningún puñetazo parecía tumbarles. Pero el verbo era al fin segoviano porque su defensa había dado un paso adelante y Fuentes estaba en el banquillo. Así que Ahumada puso el primer +3 de la noche (20-23). Paró el partido Alcobendas y se reenganchó con una vaselina, pero Isaías devolvió la moneda. Ahumada punteaba en defensa un balón largo para negar al rival la cita con Buda y luego culminaba el ataque un +5 (22-27) con aroma a cierre. Pero no.
El siguiente asalto fue del ataque de Alcobendas, que encontró la contraseña de Buda y fue limando la diferencia. Lo paró Senovilla tras un 3-0, pero no cerró la herida. El Nava sumaba a cuentagotas, pero Velasco estaba enchufado y terminaba empatando el partido con su décimo gol, ya con Yeray en portería. Méndez devolvió la delantera a los suyos en un ataque en inferioridad, la madera negó a Iker y Sasha tuvo la sentencia en seis metros, pero se encontró con Fuentes y lo pagó con el empate ante su portería desnuda. El tiempo muerto final del Nava tuvo a los mismos protagonistas y el mismo desenlace: parada y a la prórroga.
Y la debacle no tardó en llegar. Alcobendas salió cuesta abajo, como al comienzo: gol, pérdida, de Méndez, gol. Al caldero se sumó el penalti con exclusión y roja directa para Herranz por golpear en el aire a Álex Colón. Por su fuera poco, el siguiente ataque navero sumaba otra exclusión, la de Isaías por golpear al portero en la cara. Doble superioridad y gol de Fuentes desde su portería para cerrar los primeros cinco minutos con la clasificación en el bolsillo (36-33). Nevado marcó al inicio de la segunda parte, un aviso a navegantes, pero Fuentes terminó su obra y su equipo soñará en junio en Artaleku, la casa del Bidasoa.
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