«La industria es clave para ayudar a la España vaciada»
Fuenterrebollo confía en la reforma de su polígono para engordar un padrón «bajo mínimos» en torno a los 350 habitantes
Fuenterrebollo está poniendo al día su polígono industrial, El Charcón, en la entrada al municipio desde Cantalejo, en busca de esa empresa que desembarque ... y suba el padrón. Industria contra la despoblación, por eso ha mejorado la pavimentación, sustituyendo algunas vías de arena, y ha renovado las redes de agua, valiéndose de líneas de subvención de la Diputación y la Junta, respectivamente.
El número de habitantes del municipio se ha estabilizado en los últimos años, pero sigue «bajo mínimos», subraya su alcalde, Gonzalo Vivancos. «Todas las semanas recibimos algún correo o alguna llamada de familias que vendrían aquí, pero todos piden lo mismo: casa y trabajo. Es un goteo continuo».
Cuando Vivancos cogió el bastón municipal de Fuenterrebollo hace doce años, reflexionó: «¿Cómo van a ponerse empresas en el pueblo si tenemos un polígono que da pena? No teníamos ni aceras; si llovía, los trabajadores iban con el barro». Así que en la última década han añadido esas aceras, con nuevas tuberías e iluminación. La última calle hormigonada está ahora vallada, la última fase de la remodelación de un área industrial que ahora ocupan tres empresas: una se dedica a elaborar las cuerdas de los embutidos, otra trabaja maderas y aglomerados y un taller mecánico. «Ya es un polígono en condiciones, esperamos que vengan muchas más empresas».
«Todas las semanas recibimos alguna llamada de familias que vendrían aquí, pero todas piden lo mismo: casa y trabajo»
Para facilitar el desembarco, el Ayuntamiento hace de intermediario cuando alguien pregunta con una nave. «Les ponemos en contacto para ver si hay una oferta». El 50% del suelo industrial está disponible.
Espacio «barato»
«Hay espacio para que vengan otras tres empresas nuevas. Tiene que ser alguien de la comarca, esta franja que hay entre Segovia capital y Aranda». El polígono más cercano es Cantalejo, que también tiene zona industrial, pero es más cara. Lo que defiende el alcalde es un espacio barato, pero bien comunicado.
Las empresas que ahora ocupan el polígono rozan la decena de empleados. «Si vinieran otras tres, sería fenomenal». El pueblo duplica o incluso triplica la población durante el fin de semana y recibe mucho habitante flotante entre mayo y octubre. «Tenemos fibra óptica y viene mucha gente a teletrabajar, eso está fenomenal, pero necesitamos gente que esté todo el año». Agricultura, ganadería y hostelería hay. «Pero si hubiese algo de industria, mejor. La industria es clave para ayudar a la España vaciada, por los trabajadores que tiene y por las empresas que indirectamente trabajan con ellos».
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