Igea afirma que Segovia pasará a fase 2 «cuando haya consolidado» los actuales indicadores
La evolución de Segovia y Ávila, las dos provincias más avanzadas en la desescalada «es buena»
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha afirmado hoy que «Segovia pasará a fase 2 cuando haya cumplido los 14 días» consolidados con los indicadores que se toman como referencia para evaluar el riesgo que supone la covid-19. Es decir, que si se mantiene la tendencia actual, la provincia bajaría el nivel de alerta el próximo viernes, día 18.
«Se perimetrará provincialmente cuando haya una diferencia que pueda promover la movilidad», ha señalado Iglesia. En el caso del interior de la hostelería, sí podría¡a incitar a la movilidad, algo que no sucede, a juicio del vicepresidente de la Junta, con las diferencias de aforo, porque se entiende que «el que un establecimiento pueda acoger al 50% o al 30% de los clientes no fomenta la movilidad».
La evolución de Segovia y Ávila, las dos provincias que van más adelantadas en la desescalada de la segunda ola, es buena desde que se tomaron las medidas de flexibilización. Tanto la consejera de Sanidad, Verónica Casado, como el vicepresidente de la Junta han resaltado que vigilan los datos de estos territorios de cerca. «No tenemos alerta alguna que indique que esté sucediendo nada malo», aseguró Casado. Una impresión que corroboró el vicepresidente y portavoz de la Junta. «No se observa pérdida del ritmo de decrecimiento de los indicadores», expresó Francisco Igea, en referencia a Segovia. Los dos responsables de la Junta remarcaron que están esperando ver si la tendencia de mejoría se mantiene tras la celebración de puente festivo de la Constitución y la Inmaculada.
En líneas generales, el bajar del nivel 3 de alerta (riesgo alto) al nivel 2 (medio) supone un nuevo aumento de los aforos máximos permitidos. Los comercios minoristas pasarían del 33 al 50% y en hostelería se permitiría el consumo en barra (al 50%) y aumentaría a 10 el número de personas que pueden estar en una mesa. También aumentarían los aforos de academias, centros culturales, bibliotecas o de los centros deportivos. Descender de nivel no tendría consecuencias ni en el toque de queda ni en la cantidad de personas que se permiten como máximo en reuniones particulares.
