La hostelería sospecha que la ordenanza de terrazas se aplazará al próximo mandato
El Ayuntamiento de Segovia y el sector reiteran sus discrepancias en torno a los cerramientos y la ocupación de la vía pública
La hostelería anda con la mosca detrás de la oreja porque la negociación de la nueva ordenanza de terrazas de la capital segoviana continúa en ... punto muerto. Aunque el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, Miguel Merino, revela que ha vuelto a haber alguna conversación para retomar el diálogo entre la representación empresarial y el Ayuntamiento, el gremio sospecha que no habrá nuevo reglamento hasta el próximo mandato y que el actual gobierno está intentando ganar tiempo para dejar esta asignatura pendiente al futuro equipo que salga de las elecciones municipales que se han de celebrar, si el calendario se cumple, dentro de un año.
«Políticamente no les interesa porque lo que hasta ahora se conoce de sus intenciones no beneficia a la hostelería, y es un sector que representa muchos votos...», desliza el presidente de la agrupación Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse-AIHS), quien deja entrever que el borrador sobre el que ha trabajado hasta ahora el Consistorio «no ha tenido en cuenta a los profesionales».
Recuerda que en los tres años de mandato del actual equipo de gobierno no se han producido avances, aunque es consciente de que la pandemia del coronavirus, desencadenada hace más de dos años, cambió las prioridades.
Negociación «serena»
Miguel Merino hace hincapié en este hito a la hora de analizar el presente y el futuro del debate que ha de producirse sobre la ordenanza de terrazas de hostelería. El también concejal de Turismo tiene claro en el fragor del combate contra la covid «no era el momento» propicio para una negociación que ha sido ardua y que se antoja arisca y compleja en el camino hacia un posible acuerdo entre los empresarios y el Ayuntamiento de la ciudad.
Por eso, el edil considera que «lo mejor» ha sido continuar con el reglamento que rige en la actualidad y haber concentrado esfuerzos en minimizar la mella de la doble crisis sanitaria y económica a la que dio lugar la irrupción del coronavirus en la vida cotidiana de los segovianos. Merino admite que «hemos empezado a tener conversaciones» inciáticas para retomar el pulso al tira y afloja entre ambas partes sobre la ordenanza de las terrazas.
«Políticamente no les interesa porque no beneficia a la hostelería y es un sector que tiene muchos votos»
jesús castellanos
Presidente de Hotuse-AIHS
El concejal parte de una premisa, que concreta en que «es bueno legislar en un estado de serenidad y no condicionado por determinadas casuísticas que pueden impedir acuerdos». Es decir, cree que los establecimientos hosteleros de la ciudad aún arrastran «la tensión» detonada por la pandemia y las repercusiones económicas que ha tenido en los negocios, a pesar de que los síntomas de recuperación se palpan cada puente festivo o en vacaciones.
El representante del Consistorio es partidario de «no quedarse en los detalles e ir a la generalidad» cuando Ayuntamiento y hosteleros se sienten a buscar un punto de encuentro que alumbre la nueva ordenanza sobre terrazas. Pero insiste en que es necesario «tener claro que estamos capacitados» para desarrollar ese toma y daca en un ambiente «sereno». Ahí entra en juego saber el estado emocional de un sector que ha sido duramente castigado en los más de dos años de pandemia.
Unos y otros coinciden de momento en una cuestión, que es que hay discrepancias que alejan el acuerdo. Las diferencias entre ambas partes se centran en dos aspectos que ya han sido diana del fuego cruzado entre Hotuse-AIHS y representantes del actual equipo de gobierno municipal. Uno es la ocupación de la vía pública por parte de los locales que carecen de espacio para guardar las pilas de mesas, sillas y sombrillas durante el tiempo en el que están cerrados al público. El presidente de Hostelería y Turismo de Segovia es tajante. La medida por la que se decanta el Ayuntamiento de obligar a los establecimientos a tener almacenado el mobiliario de las terrazas para que no esté en la calle es «inaceptable», asevera Jesús Castellanos.
«Es bueno legislar en un estado que no esté condicionado por casuísticas que impidan acuerdos»
Miguel Merino
Concejal de Obras
Sin embargo, el concejal de Turismo tampoco va a dar su brazo a torcer cuando se sienten en la mesa a negociación, como se desprende de sus palabras. Merino apunta que «hay diferentes mecanismos» que se han puesto en marcha en otras ciudades para que el acopio de las terrazas mientras están en desuso no esté ocupando espacio en la vía pública. «Hay agrupaciones que hacen el desmontaje y el almacenaje», añade como posible solución.
Castellanos critica esta opción y reclama al concejal que especifique dónde y cómo se lleva a cabo este sistema. Y añade que otras ciudades Patrimonio de la Humanidad «se han adaptado» a los nuevos hábitos de consumo que han impuesto los más de dos años de covid, e incluso «se permiten los cerramientos», instalación que también distancia al Ayuntamiento de las ideas de Hotuse.
Delimitaciones «más naturales»
El edil matiza la voluntad del equipo de gobierno, que insiste preservar del posible impacto visual los monumentos y bienes que se concentran en el casco histórico de la ciudad. Los aislamientos que ha presentado la patronal hostelera para cubrir las terrazas cuando llueva o haga frío han caído hasta ahora en saco roto.
Por su parte, Miguel Merino insta a colocar en el lugar de cerramientos «otro tipo de delimitaciones más naturales» que no sean mamparas transparentes y retráctiles, como por ejemplo han sugerido los hosteleros, que «también queremos conservar y salvaguardar el patrimonio que tenemos porque es de lo que vivimos, del turismo», arguye Castellanos.
El concejal plantea jardineras o setos que se complementarían con las sombrillas o toldos. El presidente gremial lo rechaza de plano: «lo que proponen son elementos decorativos, y eso no nos hace falta».
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