La Guardia Civil investiga varios destrozos en el colegio de Santa María de Nieva
El Ayuntamiento y el centro piden a los autores que se entreguen voluntariamente para evitar males mayores
El CRA El Pizarral, ubicado en Santa María la Real de Nieva, fue escenario de actos vandálicos durante la noche del sábado 16 de agosto, ... según ha informado el propio centro educativo. La Guardia Civil ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables de los destrozos ocasionados en el patio y el comedor escolar.
La alcaldesa de Santa María la Real de Nieva, Pilar Ares, y la directora del CRA El Pizarral, Soterraña Sastre, han interpuesto una denuncia conjunta en el puesto de la Guardia Civil de la localidad. Los incidentes han causado verdadera indignación entre los vecinos y la comunidad escolar. Al parecer, los vándalos accedieron al comedor a través de los ventanales que dan al parque municipal, para lo cual tuvieron que forzar los cercos metálicos de las ventanas. Según Pilar Ares, los vándalos se cebaron especialmente con el comedor, donde dañaron elementos de la megafonía instalada en el escenario, zona utilizada tanto para las comidas diarias como para actividades y representaciones escolares. «Es hacer daño por hacerlo, no hay otro motivo», lamenta la regidora, que subraya la gravedad de los hechos. «El comedor cuenta con cocina propia, que tiene sus electrodomésticos y otros equipos. Afortunadamente, están intactos, pero el daño podía haber sido mayor».
La Guardia Civil ha llevado a cabo una inspección ocular en el interior del centro educativo, donde los agentes han encontrado indicios que podrían ser claves en el desarrollo de la investigación. Entre las primeras medidas, se ha solicitado la revisión de las grabaciones de las cámaras de seguridad del juzgado cercano, que podrían haber captado a los responsables. Según las autoridades y el comunicado del colegio, hay evidencias que sugieren que no fue la primera vez que los vándalos han accedido al comedor, pues se han encontrado restos de bebidas y suciedad que indican visitas previas. En esta ocasión, los autores dejaron luces encendidas y puertas abiertas, lo que permitió detectar el incidente con rapidez gracias a la alerta de una familia del municipio.
Tanto el Ayuntamiento como el propio colegio sospechan que los actos vandálicos fueron cometidos por menores. Por ello hacen un llamamiento a los verdaderos responsables para que muestren arrepentimiento voluntario, a fin de resolver el caso de manera menos conflictiva. «Es preferible que asuman su culpa y los gastos, para que aprendan la lección sin mayores consecuencias», afirma Ares, que expresa su preocupación por la reiteración de este tipo de comportamientos, coincidentes en muchos casos con las vacaciones de verano.
De momento, los desperfectos no serán reparados ni limpiados porque la investigación sigue en curso y es preciso preservar cualquier prueba que pueda ayudar a identificar a los culpables. Una empresa especializada evaluará esta semana los daños en las ventanas y las estructuras metálicas afectadas, aunque todavía no se ha realizado un cálculo definitivo del coste de los desperfectos. «Podría haber sido mucho peor, pero no por ello deja de ser grave», señala Ares. La alcaldesa destaca el esfuerzo conjunto que Ayuntamiento y colegio realizan año tras año para mantener en buen estado las instalaciones educativas.
El CRA El Pizarral ha agradecido públicamente la rápida respuesta del Ayuntamiento y de la Guardia Civil, así como la colaboración de la familia que dio la voz de alarma y de otros vecinos que se han ofrecido a ayudar. La alcaldesa hace igualmente hincapié en la importancia de visibilizar estos actos para disuadir futuras conductas delictivas. «Queremos que esto sirva para poner freno. Hoy ha sido el comedor, pero ¿y si mañana entran en el colegio y dañan ordenadores u otros materiales?». El entorno del colegio, que incluye un patio abierto al público y un parque municipal anexo, es un espacio de ocio muy frecuentado por los jóvenes del municipio, especialmente en verano. Sin embargo, el acceso libre conlleva riesgos: según Ares, los empleados municipales están acostumbrados a limpiar cristales rotos o apagar pequeñas hogueras en el frontón y otros espacios públicos durante las vacaciones. «Lo ocurrido el pasado fin de semana es un paso más allá; por eso hemos decidido denunciarlo y darle visibilidad».
Santa María la Real de Nieva espera que la investigación de la Guardia Civil permita identificar pronto a los responsables y que estos hechos no se repitan. El colegio, por su parte, ha reiterado su compromiso con la educación y el bienestar de sus alumnos, y confía en que la colaboración ciudadana y las medidas adoptadas por las autoridades contribuyan a evitar nuevos episodios de vandalismo. «Por el bien de todos, esperamos que no se vuelvan a producir este tipo de actos».
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