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Un camión accede a la granja de pavos de Fuenterrebollo donde se detectó el primer brote de gripe aviar en España. Antonio Tanarro
Fuenterrebollo recupera la normalidad tras notificar el primer caso de gripe aviar de España

Fuenterrebollo recupera la normalidad tras notificar el primer caso de gripe aviar de España

El alcalde destaca el buen comportamiento de los vecinos durante el periodo de cuarentena, que terminó en marzo

Berta Jiménez

Segovia

Domingo, 10 de abril 2022, 16:47

Ya no queda rastro alguno de aquel foco de gripe aviar que se detectó el pasado de enero en Fuenterrebollo. Así lo confirma el alcalde de la localidad, Gonzalo Vivancos, quien explica que el 1 de marzo se dio por finalizado el periodo de cuarentena impuesto a las explotaciones vecinales. «Fuenterrebollo es un pueblo totalmente limpio de gripe aviar», dice, asegurando que ya no hay ningún caso en toda la comarca.

La situación va volviendo a la normalidad casi dos meses y medio después de que se detectara el primer foco de esta gripe (IAAP H5N1) en aves de corral en España, originado en una explotación de 18.900 pavos del municipio. La alarma saltó cuando el dueño de la nave observó que algunos de sus pavos habían muerto sin aparente motivo y contactó con el veterinario de la zona sanitaria de Cantalejo. Inmediatamente, este hizo pruebas a las aves, las cuales se remitieron al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, que confirmó que se trataba de gripe aviar el 18 de enero. «Lo bueno es que se actuó rápido y gracias a eso se pudo localizar y acotar el peligro», subraya el alcalde.

Siguiendo la Ley de Sanidad Animal Europea, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León procedió entonces al sacrificio de todos los animales de la explotación afectada. Vivancos explica, además, que todas las personas que estuvieron en contacto con los pavos infectados fueron sometidas a pruebas de gripe aviar y resultaron negativas. «Para que una persona se contagie, debe ser un contacto muy estrecho y continuado», explicó, recalcando que «no había peligro de que la enfermedad se extendiera a otros animales ni a las personas».

En Fuenterrebollo hay algunos habitantes que cuentan con pequeños animales para el autoconsumo, entre ellos, aves. Por ello, se impusieron restricciones en el municipio, divididas en dos áreas de actuación. Por un lado, se estableció una zona de protección con un radio de 3 kilómetros desde el lugar del brote, y por otro, una zona de vigilancia con un radio mínimo de 10 kilómetros desde el mismo punto.

En estas zonas, se prohibieron los desplazamientos de aves, la repoblación de aves de caza, la celebración de ferias, mercados, exposiciones y otras concentraciones de aves, así como el intercambio de huevos para incubar, de consumo y de productos de carne de aves. En toda la zona de restricción se realizaron test a las aves domésticas y labores de vigilancia.

El regidor reconoce que han intentado «no dar mucha publicidad al asunto», porque se creaba una «imagen muy negativa» del municipio. No obstante, internamente se ha tenido al tanto a la población «en todo momento» y se la ha mantenido informada acerca de la normativa que tenían que cumplir. «La gente se ha portado muy bien y ha sido bastante responsable», señala el regidor, quien destaca el comportamiento de los vecinos de la localidad. «Hemos tenido controlados e informados a todos ellos», apunta.

Una vez terminado el brote de gripe aviar, Vivancos se detiene a observar las consecuencias que supone este episodio para el propietario de la explotación. Además de perder los animales, ha tenido que quemar también el pienso y desinfectar por completo las naves. Esto supone una enorme pérdida económica para la empresa, que ahora está en una situación «muy delicada».

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