Entre dos y quince cánceres de pulmón están provocados por el radón cada año en Segovia
Los expertos ratifican que es la principal causa desencadenante de este tipo de tumores oncológicos entre los no fumadores
Si se toma como referencia la población de una provincia como Segovia, solo «unos poquitos» viven o trabajan en ámbitos cuya tasa de exposición es ... mayor a los 300 bequerelios por metro cúbico, explica el jefe de Salud Pública de la Junta de Castilla y León, Roberto Gago. Ese censo de personas expuestas aumenta si se baja el nivel a 100 bequerelios por metro cúbico, que es donde colocan el umbral otros expertos como los de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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El avance del informe realizado en la comunidad autónoma a partir de alrededor de 6.000 mediciones -375 de ellas hechas en Segovia- localiza los municipios en función de la concentración detectada. Así pues, hay un primer grupo de localidades que rebasan los 100 bequerelios por metro cúbico. Para ellos, el estudio califica la situación de 'no óptima'. No todas arrojan el mismo grado de amenaza radioactiva por la presencia de radón. El 34% están encuadradas en la zona 2, es decir, requieren de manera obligatoria algún tipo de protección porque la acumulación detectada supera los 300 bequerelios por metro cúbico en 5% de sus entramados urbanos.
A la hora de definir el mapa potencial de este gas cancerígeno, este mismo grupo, el 24% de los términos se identifican con la zona 1. Para ellos, la norma vigente no fija ninguna obligación de salvaguarda frente al potencial gas radioactiva, aunque sería recomendable atajar el peligro debido a que la concentración descubierta en las mediciones se halla en el rango que va de 200 a 300 bequerelios por metro cúbico.
El principal medio por el que entra el radón en un edificio es el suelo. También por el aire en difusión y el agua, aunque no por su ingesta
El estudio de la Junta pone un segundo foco sobre otro conjunto de municipios en los que el examen dio concentraciones por encima del límite normativo de los 300 bequerelios por metro cúbico. La identificación de los lugares es clave. El 8,5% están situados en zona 2 de mayor amenaza, y el 4,8%, en la zona 1. Sin embargo, al escudriñar en estos datos, Gago destaca en clave negativa que el 8,3% de las mediciones que dieron cuenta de niveles superiores al umbral de los 300 bequerelios no se hallan dentro de ninguna de las dos categorías de zonas. «Es algo que no me esperaba», admite.
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El principal medio por la que entra el radón en un inmueble es el suelo. También se expande por el aire en difusión y a través del agua, aunque no por su ingesta. «No hay riesgo de vía atópica», por lo que en este aspecto no existe una amenaza de reacción de hipersensibilidad al beber o tocar el agua. Gago detalla que el peligro viene por «la desgasificación del radón en el ambiente, que cuando se inhala puede derivar en un cáncer de pulmón».
Vigilancia y prevención
Los estudios y mapas del radón están enfocados a ganar terreno a este tipo de tumores malignos y reducir su impacto en la salud pública. Varios factores influyen en la aparición de estos cánceres. El principal es el tabaquismo, el primero que hay que combatir. Luego hay otros, como la contaminación o el propio radón. De hecho, este gas radioactivo sería la causa más decisiva en el padecimiento de un cáncer de pulmón si se saca de la lista el tabaco, coinciden los especialistas.
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Por su parte, el director del área de vigilancia de la salud SGS Tecnos, Guillermo Soriano, avanzó en una reciente jornada divulgativa llevada a cabo en Segovia que, a partir de los datos sobre los efectos en la salud y de los estudios sobre la exposición, «entre dos y quince cánceres de pulmón serían atribuibles al radón».
Este especialista confirma que este tipo de mal oncológico es la única patología que provoca este gas. No está demostrado que esté detrás de otras enfermedades, apuntala. La apuesta es por la prevención y la vigilancia, sobre todo de los trabajadores que desarrollan sus labores en zonas calificadas de riesgo. Soriano recalca que entre un 3% y 4% de los cánceres de pulmón son achacables a la exposición a este elemento.
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En una provincia como Segovia, solo «unos poquitos» viven o trabajan en ámbitos cuya tasa es mayor a los 300 bequerelios
Por debajo de 300 bequerelios, la legislación no obliga y, por tanto, se aparca cualquier actuación. La intención de la Administración no es bajar el nivel normativo, sino que los edificios de por sí no tengan que estar por encima o por debajo de un índice que ejerza de baremo. Dicho de otro modo –apunta Gago–, la finalidad es que ese nivel «sea el menor posible». Esta misión afecta y repercute en las condiciones del Código Técnico de Edificación y debe tenerse en cuenta a la hora de diseñar y levantar nuevas construcciones o de acometer reformas en cualquier tipo de inmueble.
El jefe de Salud Ambiental tranquiliza a quienes piensen que si tienen un problema de agua en sus casas están sobreexpuestos a la radiación por radón y, por ende, son más proclives a padecer un tumor. Su respuesta es tajante: «en Castilla y León, afortunadamente no» se corre ese riesgo. Al justificar el porqué, especifica que «en los domicilios es extremadamente difícil o imposible que llegue el radón porque tiene muchos sitios intermedios para desgasificarse antes» de internarse en los inmuebles.
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