La causas de muerte en Segovia: menos cánceres e infartos y más diabetes, neumonías y gripes
El ejercicio pasado, la provincia lamentó 1.605 defunciones, la mortalidad más baja de los últimos dieciocho años
Una de cada cuatro muertes lamentadas el año pasado en la provincia fue a causa de alguna enfermedad irreparable del sistema circulatorio. Detrás de otra ... cuarta parte de la mortalidad que hubo en 2024 estuvieron diferentes tipos de tumores malignos. Así se desprende del estudio sobre los motivos de defunción por territorios publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este análisis actúa como un bisturí que disecciona cuáles fueron las patologías más mortíferas en España. Segovia se diferencia del conjunto del país, en el que los cánceres resultaron ser los males más letales por segundo año consecutivo, por delante de las enfermedades coronarias. Este tipo de causas ocasionaron (las vinculadas con el sistema circulatorio) 399 fallecimientos el curso pasado en la provincia, cinco más que las provocadas por los tumores oncológicos.
En tercer lugar se situaron las patologías respiratorias, con 230 muertes registradas en 2024. Esta cifra supone un aumento superior al 39% con respecto a 2023; mientras que las dos principales causas experimentaron sendas disminuciones del 13% en ambos casos.
Las 1.605 defunciones de las que da cuenta el informe estadístico dejan muy atrás las mortíferas épocas infectadas por el virus de la covid-19, que fue especialmente cruel en la provincia. En 2020, cuando irrumpió la pandemia del coronavirus, en Segovia perdieron la vida más de 2.400 personas, lo que se tradujo en un acortamiento de la longevidad. De ellas, 732 por el contagio fatídico que desencadenó el fallo orgánico letal. Particularmente trágico fue el azote que sufrió la población más envejecida y más vulnerable debido a sus múltiples patologías. En este dato luctuoso caben desde aquellas muertes en las que la enfermedad estaba acreditada tras realizarse las correspondientes pruebas como los casos en los que el finado presentaba signos compatibles con los de la covid.
Doce meses después, ya con la vacunación a pleno rendimiento para ganar terreno a la inmunización de la sociedad, la mortalidad total bajó hasta los 1.679 óbitos, atribuyéndose al virus que cambió el mundo 156 fallecimientos en la provincia. La revisión histórica que brinda el INE sitúa un repunte general de la mortandad en 2022 para emprender luego una caída que se apuntala y consolida durante este pasado 2024, en el que la reducción de los sepelios fue del 3,3%. Esas 1.605 defunciones representan la cifra de fallecimientos más baja de los últimos dieciocho años. La última vez que murieron menos segovianos fue en 2006, tal y como señala el organismo estadístico.
Estos datos, fríos y objetivos, tienen su utilidad más allá del recuento, ya que focaliza los problemas de salud de una población, cuáles son las patologías más predominantes en una demografía, como la segoviana, envejecida y cada vez más longeva, por lo que también está aquejada de más dolencias crónicas asociadas al paso de los años y la vulnerabilidad de los organismos. Esa debilidad es la que aprovechó la covid-19 cuando irrumpió inmisericorde en las residencias de ancianos, donde la infección encontró, por desgracia, sus víctimas más propiciatorias.
Veintitrés decesos por covid
Aun así, el INE revela que el año pasado fallecieron 23 personas infectados, doce menos que en 2023, cuando las diferencias entra la mortalidad motivada por el coronavirus y por la gripe fueron mucho más amplias. Y es que la 'influenza' y sus diferentes variables como la gripe A o la aviar, es una de las causas de fallecimiento que, por desgracia, más creció en 2024 en la provincia. Provocó 22 defunciones, lo que supone más que cuadruplicar los luctuosos registros del curso anterior. De hecho, si se echa la vista atrás en las series históricas del INE, desde al menos 1980 no había fallecido tanta gente por gripe en Segovia como el curso pasado.
Este aumento se añade a otros registrados en otras enfermedades del sistema respiratorio, lo que explica el citado incremento de la mortalidad superior al 39%. En un contexto de un invierno más severo para los pacientes con este tipo de patologías se encuadra también el alza de las defunciones por neumonía, que el año pasado ascendieron un 115% con respecto al curso anterior.
Los fallecimientos por este motivo subieron hasta los 71. Al igual que ocurre con la gripe, los datos que ofrece en su informe el Instituto Nacional de Estadística ponen de relieve que desde al menos 44 años atrás no habían fallecido tantos segovianos por neumonía.
La mortalidad sembrada por las enfermedades respiratorias constituye la gran excepción en un ejercicio marcado por las bajadas en las cifras de defunciones asociadas a los diferentes grupos de patologías sobre los que hace su disección el organismo oficial.
Así, la principal causa, la de las afecciones coronarias, disminuye un 13%. Es el porcentaje en el que se reducen los fallecimientos vinculados a insuficiencias cardiadas, que son el motivo más habitual de muerte en el catálogo de enfermedades del sistema circulatorio. En la provincia hubo que lamentar 82 defunciones a lo largo de 2024.
Desde al menos 1980 nunca había habido en la provincia tantas muertes por neumonía y gripe como en 2024
La reducción de los infartos agudos de miocardio es aún más llamativa. El pasado curso perdieron la vida por este motivo 43 personas, casi un 26% menos que en 2023. Esta mortalidad ha ido dibujando en su evolución durante los últimos decenios una curva descendente, con sus altibajos y repuntes. Tal es así, que si se enfoca el espejo retrovisor de la comparación veinte años atrás, las defunciones de pacientes infartados se han quedado en una tercera parte de las que se registraban entonces. Es más, el INE indica en su recapitulación histórica que la mortalidad del ejercicio pasado es la más baja desde 1980.
Sin abandonar el sistema circulatorio, las enfermedades cerebrovasculares se cobraron 63 vidas en 2024, lo que representa otra caída en la comparación anual, esta vez del 21,2%. Al ampliar el radio de acción de la referencia temporal, se observa que este tipo de afecciones cada vez matan a menos gente en la provincia. Once años atrás, los óbitos eran el doble que ahora.
En cuanto a los tumores, la bajada de la mortalidad se da en la mayoría de patologías oncológicas. La que más fallecimientos provoca en Segovia es el cáncer de tráquea, bronquios y pulmón. En 2024 murieron 61 pacientes, casi un 22% menos que en 2023. El segundo más letal es el de colon, que ocasionó 34 muertes. En este caso, la disminución de las defunciones es mucho más aparatosa, ya que se quedaron en la mitad de las que hubo que lamentar doce meses antes. Además, desde 2001 no moría tan poca gente a causa de un tumor maligno de colon.
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En tercer lugar, con 25 óbitos por cada clase, los cánceres de páncreas y de recto y ano. En ambas tipologías, el número de fallecidos creció con respecto al curso precedente. En cuanto a las defunciones que dejaron tras de sí los cánceres de mama, las 16 muertes contabilizadas por el INE durante 2024 supusieron un 40% menos que las registradas, por desgracia, un año antes. Al echa la vista atrás en el viaje en el tiempo que recopila en sus datos el Instituto Nacional de Estadística, se extrae que es la mortalidad más baja desde 2002.
Uno de los grupos de enfermedades que el curso anterior experimentó una subida en un contexto generalizado de menor mortalidad es el de las patologías endocrinas, nutricionales y metabólicas. Y en concreto, destaca el aumento del 34,6% en la cifra de fallecimientos por diabetes mellitus. A lo largo del pasado curso perecieron 66 segovianos. Nunca desde al menos 1980 habían muerto tantos diabéticos en la provincia.
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