Los colegios católicos de Segovia reclaman actualizar los conciertos para cubrir costes

La tendencia de alumnos en la escuela católica es decreciente, lo que se atribuye a la disminución de la natalidad, al aumento de la burocracia que aleja a los educadores de su función principal y, sobre todo, a la inadecuada financiación que cada vez pone más contra las cuerdas a los centros concertados segovianos.

«Es urgente la adecuación de los módulos de concierto al coste real del puesto escolar», aseguró el colectivo este lunes. Según calculan, el gobierno está pagando en torno al 50% del montante estimado que requiere la enseñanza en esta modalidad de centros educativos católicos. De ahí que Roldán insista en la necesidad de abrir un cauce de diálogo constante y fluido para hacer cumplir «una ley que lleva vigente desde 2006». En lo que respecta al balance de gastos de funcionamiento de los centros, alertan de que «es deficitario».

Hace dos años, las tres escuelas concertadas adelantaron que los servicios escolares se iban a encarecer por la inflación. La subida de precios supuso el origen de la «incertidumbre» que se extendió durante meses en anteriores cursos académicos. A día de hoy, la entidad defiende de que «es el momento de avanzar hacia una verdadera gratuidad de la educación y de que la administración asegure que todas las familias, sin excepción, puedan ejercer su derecho a elegir el centro educativo que mejor responda a sus necesidades y valores», sostuvo el secretario.

El delegado de Escuelas Católicas Segovia, Juan José Raya, hizo un repaso por la situación de la organización en la provincia. De este modo, especificó que actualmente la suma de estudiantes asciende a 3.053 y se ha contratado a 247 profesores. Eso supone el 13% de la escolarización en Segovia, lo que se traduce en el aumento de un punto respecto al mismo periodo del año anterior.

Esta cifra de matriculados es una mínima parte del conjunto regional, que asciende a cerca de 99.000 alumnos. La provincia apenas aporta el 3% de los expedientes escolares atendidos por las unidades concertadas. Aun así, la entidad se muestra confiada por la reciente implementación del programa de gratuidad para el primer ciclo de Infantil para alumnos de 0 a 3 años. Es una iniciativa que «ha sido clave para amortiguar el impacto de la baja natalidad», indican.

La previsión para este curso era una reducción del 0,1% en el número total de alumnos, pero el acceso a las aulas por primera vez los pequeños ha permitido amortiguar el negativo impacto ante la progresiva caída de los nacimientos.