El calor y el éxodo veraniego a los pueblos hacen mella en el comercio
Numerosos establecimientos reducen el horario o cierran unos días por descanso en los meses estivales
Las tardes sofocantes que se han vivido en Segovia durante las últimas semanas animan a quienes permanecen en la ciudad a quedarse en casa ... o refrescarse en las piscinas. Exceptuando las zonas más turísticas, suele verse a poca gente paseando por las calles comerciales del centro de la ciudad para evitar las temperaturas que estos días han superado los 35 grados.
El calor, unido a quienes se marchan de la capital a los pueblos de la provincia buscando el descanso y temperaturas más agradables, provoca que la mayoría de los comercios bajen considerablemente las ventas. Carlos Herranz, que regenta junto a su hermano Toño la Carnicería Herranz, cierra por la tardes porque la zona de José Zorrilla queda totalmente vacía, «supongo que como en otros barrios de la ciudad». Cuando aprieta el calor, a partir del mediodía especialmente, se empieza a nota menor afluencia de público y cada vez que un comercio levanta su persiana supone una serie de gastos fijos que si no entran clientes no se recuperan. «Tienes género sufriendo en el mostrador, el coste de la luz, nosotros mismos nos agotamos y cerrar por las tardes ahora es la tendencia», destaca este carnicero al frente de un establecimiento de tradición familiar.
«Tienes género sufriendo en el mostrador, el coste de la luz... Cerrar por las tardes ahora es la tendencia»
Carlos Herranz
Carnicero
En este caso, el cambio de horario viene dado por el curso escolar ya que desde finales de junio hasta principios de septiembre, solo abren por la tarde jueves y viernes. Esta opinión es compartida por Marcos González, de la Tienda del Señor Emilio, establecimiento de alimentación situado también en la calle José Zorrilla. «Los colegios son los que mandan a la hora de volver a la rutina», dice. Marcos ha introducido una ligera modificación en el horario habitual de invierno, suprimiendo la apertura de los viernes por la tarde durante los meses de verano y adelantando el cierre de las cuatro de la tarde a las tres y media. En este tiempo «la afluencia es mínima porque en julio hay poca gente, pero en agosto se nota muchísimo porque están en los pueblos o de vacaciones». Sobre los hábitos de compra, Marcos González considera que «no hay un horario fijo ya que hay quien sigue viniendo a primera hora y otros salen a última como en otras épocas del año». El calor les afecta como al resto de comercios porque «si no tienen necesidad de salir a la calle se quedan en casa y no compran ese día».
«El cliente, si no tiene necesidad de salir a la calle, se queda en casa y no compra ese día»
Marcos González
Comerciante
La hostelería también nota el sopor veraniego. Durante el mes de agosto varios bares y restaurantes del centro de la ciudad y de los barrios de la periferia cierran una o dos semanas, porque en gran parte viven de los clientes habituales que trabajan por la zona y ahora baja considerablemente la afluencia por las vacaciones. En el entorno del paseo de Ezequiel González, del Conde Sepúlveda, de Santo Tomás, de la calle José Zorrilla y la zona de la plaza de la Universidad, cuesta trabajo encontrar un bar abierto para tomar un café o una caña. Uno de los que permanecen al pie del cañón en La Flor de América, que mantiene su horario habitual, pero que también nota cambios sustanciales en sus clientes por el calor. La gerente de esta cafetería, Agata Biaelek, afirma que se ve especialmente en la mañana «porque hay mucho trabajo hasta las doce en la terraza y a partir de esa hora la gente se queda más en el interior del local, mientras que por la tarde suele estar bastante vacío en los días de calor». Está siendo un verano flojo comparativamente con otros años. «Creo que lo que influye mucho es el calor porque la gente con 35 grados no sale». En cuanto al tipo de consumiciones, aumentan las peticiones de bebidas frías. «como los cafés con hielo, batidos de fruta con granizado y mucha agua con gas y refrescos».
«Por las tardes hay menos movimiento, pero yo aprovecho para realizar otras cosas que al empezar el curso no sería posible»
José Domingo Pardillos
Librero
Si las altas temperaturas desaniman salir a la calle para realizar compras, hay otros sectores que se benefician del calor, como el de la venta de helados. En el recorrido turístico por excelencia de la ciudad, desde el Acueducto por la Calle Real hasta la Plaza Mayor, continuando la bajada al Alcázar, varios establecimientos ofrecen helados en el interior del local o para llevar. En Farggi Café, situado en el Azoguejo, Blanca Merino y Carla Cedeña atienden a los turistas que se acercan al mostrador en una calurosa mañana del mes de agosto. Destacan que en estos días se nota un aumento de la venta de helados y los sabores más demandados van desde «mango, limón, frambuesa o pistacho». La venta bajo algo entre las seis y ocho de la tarde, mientras que «después de las cenas aumenta notablemente la venta de helado y también en torno a la una y dos de la tarde». El establecimiento cuenta con una terraza junto al soportal protegida del sol por unas sombrillas. Aunque el calor en las horas centrales del día es considerable en este punto, habitualmente está completa y a cualquier hora hay gente.
Noticia relacionada
La concentración del comercio deja ya a 74 municipios sin un solo negocio en pie
Al margen de las tiendas de alimentación y la hostelería, otros comercios también ponen en práctica una serie de cambios en los horarios. La librería Entre Libros permanece abierta por las tardes, pero con una ligera modificación respecto al resto del año, ya que retrasan media hora la apertura y el cierre, de 17.30 hasta 20.30h. José Domingo Pardillos afirma que el calor influye, «pero respecto a mi negocio, por las mañanas hay bastante movimiento». Como sucede con otros comercios, «por la tarde baja mucho, pero venir no me supone un gran esfuerzo ya que aprovecho para revisar textos de la editorial Derviche y realizar otras cosas que al empezar el curso no sería posible», por lo que ha decidido mantener abiertas las puertas en las tardes de estío.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión