Las calles de Segovia donde es habitual invadir el carril contrario

Sin embargo, hay otros puntos en los que las características de la carretera empujan a los vehículos –sobre todo a los de grandes dimensiones, como autobuses o camiones– a ocupar parte del carril contrario para poder circular, aunque no haya ninguna señal que advierta de este riesgo. Uno de los casos más conocidos por los segovianos es la rotonda de Melitón Martín, en la que concluyen Vía Roma, San Gabriel, Los Vargas y el Camino de la Presa. Pasa durante todo el año, aunque con Padre Claret cerrado al tráfico es más frecuente que los autobuses que descienden desde el entorno del Acueducto por Vía Roma invadan uno de los carriles de bajada de San Gabriel al realizar el giro en la rotonda. Para solucionar este riesgo, el Ayuntamiento pretende abordar a finales de año un nuevo acceso desde Vía Roma a San Gabriel aprovechando el terreno que ha quedado despejado tras desmontar el montículo que había en la zona.

Hay otros puntos de la ciudad en los que las medidas correctoras no están tan claras. Es el caso de la calle San Marcos, con dos giros complicados además del estrechamiento del puente sobre el Eresma. En ninguno de los casos existe señalización alguna, aunque es habitual que tanto coches como autobuses recurran al carril contrario. A diferencia de San Gabriel, aquí la calle no tiene más espacio al estar comprendida entre edificaciones.

Durante el tiempo que la avenida Padre Claret permanece cortada, el tráfico de autobuses urbanos que se dirige hacia el Acueducto se deriva por Soldado Español. Esta calle es quizás la que sufre más invasiones del carril contrario de toda Segovia. Los autobuses, debido a sus grandes dimensiones, intensifican un problema que también ocurre con turismos. En este caso, está motivado por la disposición de los aparcamientos en batería (en perpendicular a la circulación) y por el habitual estacionamiento de coches y furgonetas cuyas dimensiones exceden las plazas y llegan a ocupar parte de la calzada. La consecuencia es el espacio justo para que puedan coincidir dos vehículos a la misma altura de la calle, de modo que es frecuente que muchos tengan que detenerse para esperar a que pase el de enfrente.

Fuentes municipales reconocen la existencia de estos puntos en la ciudad e indican que no se contemplan actuaciones en ellos, más allá de la prevista en el entorno de Vía Roma y San Gabriel. Tampoco hay una instrucción circulatoria clara, más allá del sentido común: frenar si han invadido el carril por el que vas a circular.