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Grupo cabecero de corredores de la preba masculina del Cross de Cantimpalos que se ha celebrado este lunes. Antonio de Torre
Atletismo

La caída por fuego amigo de Javi Guerra

Un compañero de equipo tira al segoviano en el Cross de Cantimpalos mientras Claudia Corral, que tiró toda la carrera, roza la gesta con su plata

Luis Javier González

Cantimapalos (Segovia)

Lunes, 8 de diciembre 2025, 21:19

El Cross de Cantimpalos esgrime un historial de 53 años de calamidades meteorológicas: frío, lluvia, viento, habitualmente combinados en tramos de un tramposo barrizal. Por ... eso ha sido tan extraordinario el idílico día de este lunes, condiciones más propias de un laboratorio de atletismo. Un sol espléndido, temperaturas entre los ocho y los doce grados y un césped impecable, una alfombra donde se podría jugar al fútbol. Uno se puede imaginar a Javi Guerra con todos los sentidos activados para sortear curvas resbaladizas en los días de mal tiempo, pero no este lunes. Y cuando menos probable parecía la caída, ha pasado. Ha sido precisamente su compañero de equipo, el Vicky Foods, Eric Nazambimana quien le ha pisado por detrás de una de las curvas traseras del circuito y le ha descolgado sin remedio del grupo cabecero.

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Ahí acabaron sus opciones de podio en el Cross de Cantimpalos. Quien sabe si de victoria, un premio que puso muy caro Abderrahmane Aferdi, que hizo honor a su condición de favorito y recorrió los nueve kilómetros del recorrido masculino en 26 minitos y 36 segundos, por debajo de los tres minutos por kilómetro, el promedio de la excelencia.

Más le costó a Katherine Tisalema romper la sonrisa de Claudia Corral, la segoviana que tiró toda la carrera y estuvo a un pelo de elevar su campeonato de España sub-23 del año pasado a un triunfo memorable. Se impuso al final la ecuatoriana: 24 minutos 03 segundos en siete kilómetros que supieron a poco.

Participación de récord

La mañana idílica elevó la participación –tanto escolar como de categorías inferiores y de la carrera popular– hasta datos récord, en el umbral de los mil dorsales. Antes del pistoletazo para la élite, Alejandro Domingo, ganador de las dos últimas ediciones de la San Silvestre de Segovia, dejó la primera escena para el recuerdo cazando con una remontada poderosa en la última recta a Keno García para llevarse el título en la carrera sub-20 y máster. Un triunfo local que no permitieron los manchegos Carlos Alfageme y Cristina Polanco, del equipo de Javi Guerra, que ganaron la popular, de cuatro kilómetros, dejando en el podio a cuatro segovianos: Miguel Ángel Martín, Sergio Prieto, Nerea Martín y Lucía Rodríguez.

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Pasada la una del mediodía, salieron las chicas élite, una de las carreras más abiertas de los últimos años, sin las ganadoras de 2023 y 2024, Likina Amebaw y Majida Mayoouf, respectivamente. Había nombres con más galones llamados a llevar la iniciativa, como Irene Pelayo –se impuso en 2022– o Odile Nintije, de Burundi; pero Claudia Corral –nacida en Almería, pero formada deportivamente en Segovia, en el Sporting– se puso a tirar, el traje de una tirana. No solo fue un gesto de personalidad, sino de inteligencia táctica, pues sus opciones de fondista, alguien que corre por montaña pruebas por encima de las dos horas de duración, pasaban por poner un ritmo alto y descolgar a las más rápidas, las mediofondistas de pista, antes de que pudieran acelerar en la última vuelta y pegar el bocado decisivo.

Última vuelta, mano a mano

Así lo hizo y llegó a la última vuelta en un mano a mano con Tisalema, doble ganadora de la media maratón de Segovia, quizás más fondista que ella. Ya habían quedado descolgadas Pelayo o Lidia Campo, que se empeñó en seguirlas y gripó. Dos kilómetros preciosos, con cambios de ritmos constantes que la otra neutralizaba. «La llevaba pegada todo el rato, a ver si consigo descolgarla. Parecía que sí, pero luego ha dado el cambio y por mucho que he intentado pegarme, se me ha escapado». La ecuatoriana se despegó en el último kilómetro, suficiente para ganar por 5 segundos a Corral. Cristina Espejo cerró el podio a 15 segundos.

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Aunque la carrera masculina fue de cocción lenta, la puesta en escena fue vertiginosa. La culpa la tuvo Kelvine Kiptoo Nurkeu, que repitió la fórmula de toda la temporada, la de salir a fuego para luego reventar en el último arreón. Tiraba del grupo con su camiseta naranja cuando llegó el tropiezo de Nazambimana, que se acercó demasiado a Javi Guerra en una de las curvas de abajo, le tocó el talón y le tiró al suelo cuando ambos iban tercero y cuarto, en la segunda vuelta, con la decena de aspirantes aún agrupados.

El burundés siguió de pie y miró hacia atrás como quien quiere remediar lo ocurrido, pero ya era tarde. El segoviano, ganador en Cantimpalos en 2014 y con el título oficioso de ser el atleta con más participaciones, tardó en levantarse y lo hizo con dolor en el hombro. Una caída a más de veinte kilómetros por hora nunca es gratis, como él mismo atestiguó en la maratón de los Juegos de Tokio. Entre el pundonor y el enfado, se hizo más de media carrera en solitario y cruzó la meta sujetándose la articulación antes de soltar a su compañero la reprimenda del veterano.

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Aferdi hace bueno su favoritismo

Guerra, segundo el año pasado, fue esta vez octavo a 1 minuto 12 segundos de Aferdi, que rompió la carrera cuando quiso. Dejó que Nurkeu calentara la silla y apretó a vuelta y media del final con un cambio de ritmo que resultó letal para la tripleta que encabezaba la prueba. Nurkeu trató de seguirle, un esfuerzo que le costó a la postre el segundo puesto, la recompensa de la cabeza fría de Younes Kniya, que dejó ir al ganador haca una semana de la media maratón entre Bilbao y Santurce y llegó diez segundos. Nurkeu cerró el podio, a veinte segundos.

Lo cierto es que Aferdi se paseó en el último kilómetro, sonriendo a la cámara, mostrando su infinita cadencia de pasos, puro arte, tocaban el suelo con discreción, como un susurro. Los tres primeros bajaron de 27 minutos, un dato que reivindica su calidad en un año en el que se han caído figuras por la maratón de Valencia del domingo y, sobre todo, el compromiso del Europeo del día 14.

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Esa cita ha dejado en el palco a Idaira Prieto, la última victoria segoviana en Cantimpalos. Llegó en 2021 casi de tapada, y explotó de felicidad en la recta final. A eso recordó este lunes la gesta incompleta de Claudia Corral, que se ha doctorado con su segundo puesto como una de las diez mejores corredoras de cross de España. El espejo de Prieto, que encarrila internacionalidades con España desde el pasado diciembre, tanto en pista como en campo a través, ya tiene reflejo.

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