Partido de baloncesto del CD Base segoviano y la delegada de la Federación de Baloncesto de Castilla y León en Segovia. Antonio de Torre

El baloncesto segoviano llega a las 1.200 licencias a falta de ascensos en la élite

El deporte supera el cuello de botella entre los infantiles y los júnior gracias al compromiso de la provincia y su delegada aspira a los éxitos de CD Base y Spordeporte para seguir creciendo

Miércoles, 30 de julio 2025, 17:13

La delegada de la Federación de Baloncesto de Castilla y León en Segovia, Carmen Gómez, habla de un deporte con «buena salud» en la provincia ... y lo corrobora con un aumento de licencias, que han crecido, a groso modo, un 33% desde las menos de 900 previas a la pandemia a las 1.200 actuales. Un hito que responde a dos tramos de edad. El de entrada, los infantiles que no terminaban de sumarse cuando acababa la etapa de minibasket de los alevines. El otra, al fin de la educación obligatoria, una amenaza para dejar la actividad física. Ha sido el primer año con competiciones júnior provinciales de chicos y chicas, algunos de los más de 90 equipos en competiciones desde alevín a sénior, a lo que se unieron a final de temporada unas concentraciones para benjamines y prebenjamines. Un aumento sustentado principalmente en la provincia, con clubes que han creado equipos de toque comarcal.

Publicidad

Gómez habla de un foco compartido entre las personas, es decir, facilitar la participación a través de competiciones con un numero de equipos suficiente para que sean entretenidas, y el talento: ayudar a que los equipos punteros den un salto de categoría, la batalla del CD Base en Primera Nacional masculina y de El Cochinillo Segoviano, a través del club Spordeporte, en la femenina «a lo que aspiramos es que estos clubes lleven la pirámide lo más arriba posible para que los niños tengan ese espejo donde mirarse y no se conformen».

Que haya más jugadores requiere más entrenadores, algo que la federación ha tratado de suministrar a través de cursos a lo largo de los últimos años. «Tenemos una combinación bastante interesante de entrenadores veteranos y nóveles», subraya Gómez, partidaria de poner al veterano con los niños. También más árbitros para dar cobertura a calendarios de 50 partidos semanales a través de un equipo de unos 40 colegiados de cierta experiencia, otros tantos oficiales de mesa y una treintena que empezaron el curso pasado. «Vienen generaciones muy comprometidas, es posible que vayamos a más. Igual que han crecido las competiciones, habrá más jugadores que sean árbitros o entrenadores».

La base de esa pirámide empieza con los alevines, una categoría mixta con 24 equipos. El paso a infantiles ya separa a chicos y chicas. «Ahí ya hay otros alicientes, otros deportes». Gómez subraya la competencia en auge del fútbol femenino en los últimos años. Son equipos de tamaño reducido y es fácil que se desmiembren si un par de talentos da el salto a competición regional u otros no pueden cuadrar sus entrenamientos con las extraescolares. La provincial infantil femenina tuvo siete equipos la pasada temporada, con mucha presencia de pueblos. «La apuesta de la provincia es importante, estábamos acostumbrados a competiciones en la capital. Eso nos ha hecho crecer».

Publicidad

El otro cuello de botella está en los júnior, otra edad en auge tras completar el curso pasado una liga provincial con siete equipos, tanto en chicos como en chicas. Hay más desmotivación en el ámbito autonómico, por el esfuerzo de los viajes y lo difícil que es encontrar huecos en sus agendas sociales o académicas. «Al crear una competición más liviana que no te hace desplazarte, les proporcionamos una excusa sin robarles demasiado tiempo». El mensaje es claro: si no quieres ser profesional, por lo menos sigue jugando. Aunque hay un gran obstáculo: la disponibilidad de instalaciones deportivas. «Su porcentaje de uso, especialmente de lunes a viernes, toca bastante el techo, tanto en la capital como en la provincia. Es la asignatura pendiente, necesitamos más horas, no nos aproximamos a las de otras regiones como Andalucía, pero cada vez hay más pistas de calle y sería conveniente que las usáramos».

El aumento de licencia viene por estos cambios en la base, pues la pirámide no ha generado éxitos para ser un imán, pero están en ello. Por eso Gómez pide «aprovechar esta motivación» entre los más jóvenes para que los clubes se luzcan. Y son dos marcas muy distintas. El baloncesto ofensivo del CD Base, al más puro estilo NBA, un correcalles que desborda marcadores. «Es un showtime total, eso a los niños les gusta mucho». Y el pundonor de las chicas de El Cochinillo, un reflejo de compromiso colectivo al que su club ha enfocado su estrategia. «Para ellos, de momento, no es una prioridad ganar competiciones en categorías inferiores, sino crear masa».

Publicidad

Con esos elementos, la delegada ve viable un salto adelante. «No aspiramos a ser ACB, pero Segovia puede merecer un equipo en Segunda Femenina o en Liga EBA. Así podríamos dar una salida a nuestros jugadores y que no tengan que irse a otros sitios. Me consta que muchas júnior que han pasado a la universidad se van a Salamanca para seguir jugando». La última incursión a esta última categoría, la cuarta en el escalafón nacional masculino, la protagonizó el Claret, un proyecto que se desintegró tras perder todos sus partidos en el curso 2021-22. El CD Base consiguió el derecho deportivo en 2024, pero rechazó ejecutarlo. «Para mí fue sorprendente que los jugadores estuvieran de acuerdo en no dar el paso cuando suelen ser los primeros que aprietan. Nos hemos acostumbrado a que no haya equipos arriba, el baloncesto segoviano va un poco al margen. Espero que fuese un paso atrás para coger impulso».

Esta temporada se han quedado a un partido y la sensación era que esta vez sí se hubiera ejecutado. «Han estado dos años en la pomada, ojalá sea un objetivo para el que viene». Mientras, la Federación ofreció a Spordeporte participar en una Segunda Nacional, una liga regional a medias entre la provincial y la Primera Nacional, pero el club lo rechazó porque sus miras son más altas. Tras perder todos los partidos el curso de su debut, ya está asentado en la zona medio-alta tras su tercera temporada y su aspiración es prepararse para dar el salto. «Cada año van a dar un pasito más y, si tienen la oportunidad, la aprovecharán».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad