El Ayuntamiento de Segovia y Cáritas insisten en no dar limosna a los mendigos
«Bajarles unas mantas o comida solo cronifica el problema, hace que permanezcan más tiempo y que no acepten ayuda», aseguran
El Ayuntamiento de Segovia y Cáritas, la ONG que se encarga mediante convenio municipal de la atención a transeúntes, coinciden en pedir a los segovianos ... no dar limosna a los mendigos porque, lejos de ayudarles, les aleja de una solución duradera. Bien porque hace que prefieran vivir del vecino que asumir el compromiso de integración social. O porque hace de ellos un recurso rentable, bien para sí mismos —con ganancias que se acercan a veces al salario mínimo— o para quien se valga de sus servicios, como las mafias.
La pedagogía social va despacio, pero el Consistorio lleva un tiempo extendiendo el mensaje en sus redes sociales. «Bajarle unas mantas porque fíjate qué frío hace o darle una botella de aceite cronifica el problema, hace que permanezcan más tiempo en la ciudad y que no acepten ayuda», subraya su concejala de Servicios Sociales, Azucena Suárez, que pide dejar trabajar a los profesionales.
«Si una persona está en situación de calle no es porque Servicios Sociales mire para otro lado; no se deja a nadie atrás»
«Los recursos existen y se les están ofreciendo constantemente. Cáritas no interviene cada dos meses, hace un seguimiento diario». Por eso la edil explica la actitud más proactiva de los últimos tiempos como parte de sensibilizar a la población. «Que la gente entienda que si una persona está en situación de calle no es porque los servicios sociales quieran mirar para otro lado. No se deja a nadie atrás».
La concejala pone en valor derivaciones de todo tipo para problemas familiares o adicciones y define el sistema como «de acompañamiento» y no asistencialista, es decir, no se trata de dar mantas sino herramientas. «Procesos para que las personas puedan participar en la sociedad de manera plena. Esto también es igualdad».
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Hay casos como una señora con un pañuelo en la cabeza que lleva mucho tiempo en la puerta de un supermercado Dia de Segovia y rechaza cualquier intervención social. Un hombre pasó buena parte del invierno en las escaleras de la ermita de Cristo del Mercado, pero rehusó las propuestas de intervención social y ya se ha marchado a otra ciudad. Durante esas semanas, el Ayuntamiento recibió correos electrónicos al respecto. Replicó explicando que tiene un alojamiento para transeúntes, con un hostal específico para urgencias o un piso de personas 'indomiciliadas', con tres plazas.
Cáritas subraya su ofrecimiento generalizado de ayuda a cualquier persona que esté pidiendo. «Es de formación profesional», resume su técnico especializado en personas sin hogar, Álvaro Pérez, que recibe llamadas de vecinos o visitas a la sede para informar sobre algunos casos. «Acordamos que vinieran con esa persona o que yo me desplazaba donde estuviera para que dieran fe de que yo he explicado los recursos y ellos lo rechazan». Y les pide que, en vez de darles dinero o comida, llamen a su puerta. «Es que es nuestra obligación». Con todo, reconoce el derecho de la persona a no ser ayudado. «A lo mejor la gente no lo entiende, pero la libertad de cada uno es innegociable».
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