Oraciones y bailes para Santa Ana en Madroñal

Día grande en Madroñal con la celebración de la festividad de Santa Ana que, como cada año, dio inicio con la celebración de la eucaristía, oficiada por el párroco, Alfredo Fernández Giménez, en el que, un año más, la iglesia se quedó pequeña para acoger a todos los fieles.

Una misa que dio paso a la procesión por las empinadas calles de Madroñal de costumbre, hasta llegar hasta la plaza del Ayuntamiento, que recibía a los madroñalejos con una novedad y es que había sido cubierta por un toldo de rafia de color verde, para evitar el intenso sol que otros años caía sobre los participantes. En esta ocasión, dicha cubierta dio un colorido diferente a los actos celebrados en la plaza, dejando imágenes muy distintas a las de años anteriores.

Aún así, todo transcurrió como cada año y se comenzó con el ofertorio a la imagen de Santa Ana, cuyos donativos fueron contados en el mismo Ayuntamiento mientras un grupo de vecinos de Madroñal, ataviados con los trajes típicos, ofrecieron sus bailes a la patrona, entre los que no faltó el del ramo o las cintas, ya que recibe ambos nombres dependiendo del municipio del que se trate.

Una vez acabadas las danzas, y antes de emprender de nuevo la procesión, el sacerdote notificó el dinero obtenido en el ofertorio, que este año fueron 1.104,26 euros. Y como novedad, se llevó a Santa Ana hasta la cooperativa de fruta, en cuyas instalaciones tuvo lugar el convite ofrecido por los mayordomos, para llevarla después en procesión hasta la iglesia. A continuación se dejó tiempo para el descanso y para poder coger fuerzas antes de participar en el beerpong y otros juegos pensados principalmente para los más jóvenes.

Y por la noche, la última verbena de las fiestas con la orquesta Tanzania que atrajo hasta Madroñal a numerosas personas de los municipios cercanos, que disfrutaron de la música hasta bien entrada la madrugada.