El PP ve luces y sombras y el PSOE destaca las obras realizadas en los municipios rurales con el Plan E
Diez años después de la promulgación del Plan E por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la división de opiniones persiste entre las fuerzas políticas.
El portavoz del grupo de gobierno del PP en elAyuntamiento deSalamanca, Fernando Rodríguez, señala que el PlanEtuvo «su cara y cruz». En el caso de los ayuntamientos, «tuvo su cara», dado que se generó una «inyección financiera muy importante, que permitió realizar numerosas inversiones que mejoraron las ciudades deEspaña, como fue el caso de Salamanca, donde se hicieron muchas obras y se contrató a muchas personas»». Sin embargo, Rodríguez puntualiza que «también tuvo su cruz, ya que tuvo un efecto perverso para la actividad económica y fue una medida propia de los que creen en el intervencionismo público en la economía», de manera que «los empleos temporales que se crearon solo sirvieron mientras duraron esas obras, ya que al final se acabaron destruyendo y las personas contratadas se fueron al paro». De hecho, recalca el concejal del PP, «los analistas económicos siempre ponen el Plan E como un ejemplo de lo que un Gobierno no debe hacer en una época de crisis, porque como es bien sabido, el Plan Econsistió en dar dinero a mansalva a los ayuntamientos para hacer obra pública, pero debían hacerla de forma obligatoria, de una manera rápida y sin planificación». Rodríguez explica que el PlanEobligó a los consistorios a efectuar inversiones que no estaban contempladas en sus presupuestos municipales, lo que implicó que fueran «obras que prácticamente se tenían que improvisar y ejecutar en un plazo muy breve de tiempo».De hecho, en algunos municipios «se efectuaron obras que eran innecesarias y se gastaron cantidades en inversiones que posiblemente fueron desproporcionadas, aunque esto no sucedió enSalamanca». Al final, el Plan E ocasionó «un aumento del déficit y agravó una crisis económica que nos condujo a la destrucción de miles de empleos y a llevar a España a una crisis de gran envergadura», por lo que acabó convirtiéndose en «un intento de sostener artificialmente el empleo y la actividad económica».
El alcalde de Morille y secretario de Ordenación del Territorio del PSOE, Manuel AmbrosioSánchez, discrepa frontalmente de las tesis de Rodríguez al considerar que el Plan E resultó muy beneficioso para los ayuntamientos, especialmente para los ubicados en el medio rural, donde se pudieron ejecutar inversiones que jamás se habrían podido acometer sin esta importante inyección económica. Salvo algunas excepciones, la mayoría de los ayuntamientos usaron adecuadamente estos fondos. En Morille, por ejemplo, se construyó uno de los dos albergues para peregrinos que hay en la localidad, con una capacidad de 24 plazas. Además, el Plan E«intentó, y en buena medida consiguió, paliar la crisis económica creando empleo» y logró la supervivencia de muchas empresas que, sin su indispensable ayuda, habrían acabado cerrando inexorablemente.