El hospital detecta un incremento de nuevos casos de VIH en los dos últimos años

Los nuevos casos que se detectan de VIH-Sida en el Complejo Asistencial de Salamanca tienen un perfil claro que nada tiene que ver con lo que sucedía en la década de los 80:«Se trata de jóvenes de entre 17 y 20 años que han tenido conductas sexuales de riesgo, sin protección», como apunta uno de los médicos responsables de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, dentro del servicio de Medicina Interna, Guillermo Luna.

En el marco del Día Mundial del Sida, que se celebra hoy, 1 de diciembre, este especialista repasa la situación actual de esta enfermedad, que como apunta, en los dos últimos años se ha producido un incremento de casos nuevos de VIH, «en dos situaciones claras, por un lado, en varones que han tenido sexo con varones, y en mujeres transexuales». Porque como resalta el doctor Luna, son situaciones que conllevan más riesgos si no existe protección.

«Las vías de transmisión como las drogas, la transfusión de sangre o la materno filial han desaparecido como adquisición de nuevas infecciones», aclara, y si ocurre es de forma muy residual, añade. En concreto, los nuevos casos, «todos o casi todos, son por vía sexual».

Este año se celebra el 30 aniversario del primer Día Mundial de la Lucha contra el Sida, pero como los propios especialistas que atienden a estos pacientes dicen, «quedan muchas cosas que hacer», por ejemplo, en materia de prevención de VIH de la transmisión sexual, «porque no se hace nada», como lamenta Guillermo Luna.

En este sentido, recuerda que campañas como 'Póntelo, pónselo' forman parte «del siglo pasado, y ahora entre la gente joven, el condón es algo que no está de moda». Y ese hábito de falta de protección no solo conlleva más casos de infección por VIH sino también un incremento de enfermedades de transmisión sexual, como los casos de sífilis, gorronea, «para lo que hace falta más campañas de prevención».

El doctor Luna también habla de lo que se denomina «epidemia oculta», porque advierte que si en España hay alrededor de 150.000 infectados, de esos, unos 30.000 «no sabe que tiene VIH». Y para que esos casos salgan a la luz cree que la única solución es la realización de las pruebas diagnósticas. «Lo que hay que intentar es aprovechar cualquier consulta médica para convencer a las personas para que hagan las pruebas, porque con la detección precoz de la infección, se pone el tratamiento lo antes posible, y la carga vírica desciende y deja de haber capacidad de transmisión».

Pero considera que para que esto ocurra hay que facilitar el acceso a las pruebas de detección precoz del VIH. «Al hospital vienen, y se hace la prueba en el momento, o en el médico de cabecera, así como en el Comité Antisida de Salamanca, que se hace de forma gratuita, o en una farmacia pagando», enumera este especialistas.

Por lo que cree que existen posibilidades de hacerse esas pruebas, «pero hay otro problema, que hay resistencia a hacérselas». Y especifica que hay mucha gente que no considera que sean prácticas de riesgo y que tengan VIH, «y no ven la necesidad». A ello se suma el miedo al estigma que supone tener VIH, asegura Guillermo Luna, «ese estigma sigue estando presente en la sociedad». De hecho, asegura que la gran mayoría de personas que lo saben y están en tratamiento, «en muchos casos ni su familia ni en su trabajo lo saben».

Los motivos que hay detrás son el miedo y la falta de seguridad, «a perder el trabajo, porque hay una indefensión y una laguna legal». Porque como argumenta el doctor, «si tiene VIH, aunque esté en tratamiento y las cargas sean indetectables y no pueda transmitir nada a nadie, si en su trabajo se enteran está despedido», lamenta.

Por lo tanto, confirma que el estigma sigue estando presente, «tanto social como laboral, y viven con bastante soledad, que eso también tiene repercusiones», porque como analiza este especialista de Enfermedades Infecciosas, «el paciente piensa que si se hace la prueba del VIH, la gente le abandonará». Asimismo, piensa que para terminar con el estigma hay que visibilizar más esta enfermedad crónica, «hablar de ello».

En cuanto a los tratamientos, el doctor Luna asegura que nada tiene que ver con los de hace décadas:«Disponemos de terapias que se toleran, no es un camino de rosas, pero ahora manejamos tratamientos con una buena tolerancia, y la gran mayoría de nuestros pacientes, sus tratamientos no tienen efectos adversos y están bien controlados».

Por otra parte, admite que de la prevención no se habla, «y hay compartimientos sexuales nuevos, como quedadas por internet en un local y donde durante 48 o 72 horas tiene sexo chicos con chicos sin protección, está a la orden del día, sobre todo en grandes ciudades, pero no se habla de eso».

En cuanto a los pacientes que ve en su consulta, tiene a personas más históricas, que acuden desde los años 80 y 90, que llegaron cuando tenían 20 años y ahora tienen sobre 60, y los nuevos casos, «gente joven de 17, 18, 19 o 20 años, que no se hacen las pruebas hasta que no tienen 20 o 30, y que tienen una carga vírica muy alta y se transmite más».

El doctor Luna concluye que ete año se han detectado unos 30 casos nuevos de VIH, aunque no todos son de este año,«algunos llegan de otras ciudades». En general, piensa que sobre este tema hay que hablar más, «en escenarios como los centros educativos, en colegios e institutos, donde apenas se tratan estos temas».