«Si no es por la colaboración ciudadana, se nos quema el pueblo»
Los vecinos han pasado la noche en vela vigilando el incendio que desde hace tres días amenaza la zona y lamentan que, en su caso, «no ha habido ningún medio para ayudarnos»
El cansancio y los nervios se notan. A todos los niveles. Desde que el pasado lunes por la tarde comenzara el fuego en la zona de las Hurdes y unas horas después las llamas se colaran a la provincia de Salamanca, apenas ha habido tregua para los vecinos de pueblos como Monsagro, Guadapero, Morasverdes o Tenebrón. Por supuesto, tampoco para los que trabajan en los dispositivos.
Los últimos en mostrarse «indignados» han sido los residentes en Tenebrón que esta noche no han pegado ojo, vigilantes ante lo que pudiera suceder con el fuego.
Durante toda la mañana del viernes, en Tenebrón no perdían de vista el humo pero hacia mediodía y, sobre todo por la tarde, la cosa se puso más seria y las llamas llegaron a 800 metros del pueblo.
«A las 18:15 horas ha sido la última vez que he llamado al 112 y nadie me ha hecho caso, estamos todos indignados en la zona, aquí no se ha presentado nadie», lamenta Eli Sánchez, vecino de Tenebrón, quien entiende que «es normal que se quiera salvar el Parque Natural, pero es que a nuestro pueblo no se ha mandado ningún medio para ayudarnos, si no es por la colaboración ciudadana, se nos quema el pueblo».
Casi sin saber cómo, en Tenebrón se presentaron vecinos de Sancti Spiritus, Cabrillas o Ciudad Rodrigo, «hemos estado unas 400 personas y varios tractores atajando el fuego, había mucha gente joven y al final, se ha apagado el fuego como se hacía antigumente».
En este caso, con la ayuda de tractores y gradas, y cortando árboles, se pudo realizar un cortafuegos que paró el avance hacia el pueblo.
«A las cuatro de la madrugada todavía estábamos apagando en una zona de bajada de la sierra», añade Eli, mientras apunta hacia zonas en la que aún se aprecia el humo o fuego en las copas de los árboles, esta misma mañana. «Todavía hay que tener cuidado, pero aquí sigue sin venir nadie, somos los vecinos los que estamos pendientes».
Comenta que ha sido necesario sacar ganado de las fincas, pero que gracias a la colaboración de gente con camiones y otros que han cedido terrenos, se ha podido hacer.
«Te sorpende y te llena de orgullo ver cómo somos la gente de los pueblos para estas cosas, todos nos ayudamos», concluye.
