«La literatura española ha escrito de espaldas al Quijote»

La Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca celebró ayer una tertulia titulada De Niebla a Jambrina, pasando por Torrente Ballester protagonizada por la poeta Montserrat Villar y el escritor Luis García Jambrina.

Según Villar, el objetivo del debate era «hablar de tres escritores que coinciden geográficamente, pues vivieron en Salamanca, y han ido seguidos en el tiempo». Para ello comenzó analizando Niebla, novela en la que «Unamuno se convierte en personaje», y subrayó su final, en el que el protagonista, Augusto, y el propio escritor debaten sobre si en una obra tiene mayor vida el autor o el personaje, por ejemplo si Don Quijote o Cervantes.

También examinó «cómo un personaje puede poder sobre el autor», pues cuando discuten sobre la eternidad, Augusto convence a Unamuno de que mientras que el escritor se va a morir, las novelas permanecen.

De Don Miguel pasó a Torrente Ballester, de quién destacó Fragmentos de apocalipsis y El Don Juan, libro en el que el protagonista aborrece a las mujeres ya que lleva demasiados años seduciéndolas y «pretende encontrar a Dios en el orgasmo, pero como no lo consigue se convierte también en un hombre frustrado».

Igualmente, analizó la relación de la obra de Jambrina con la de ambos escritores ya que por ejemplo en sus obras se muestra de nuevo cómo un personaje llega a apoderarse de su autor. Además subrayó la influencia de Cervantes en Don Miguel, «pues su vida es la de un quijote».

Según Jambrina, «la literatura española ha escrito de espaldas al Quijote» y, al igual que el caballero andante, Unamuno fue un paseante de la vida. «Ballester y Don Miguel fueron dos escritores cervantinos, casi los únicos del siglo XX», destacó.

Mismas obsesiones

Además subrayó la influencia de ambos autores en su formación como lector y como escritor ya que «a pesar de que pasa el tiempo, seguimos con los mismos temas y obsesiones pero utilizando más ficción». «Ambos escritores me han transformado», declaró y explicó que esta influencia se nota en obras como Muertos S.A., en la que vincula de manera estrecha los personajes y el espacio en el que estos se mueven.

Jambrina declaró que no es capaz de separar la obra y la vida de Unamuno y analizó la inmortalidad de los autores y personajes, pues «estar en la memoria de la gente es la única manera de permanecer vivo».