Babilafuente y Macotera reviven la tradición de San Blas
La eucaristía no faltó en ambos municipios para rendir honores a la imagen del obispo, protector de la garganta
J.H. Y M.J.G. / WORD
Miércoles, 4 de febrero 2015, 12:06
La lluvia dio una tregua a la procesión de San Blas en Babilafuente. Los vecinos de este municipio llenaron en la mañana de ayer los bancos de su iglesia principal para rendir culto a uno de los santos que más devoción guardan en esta localidad.
San Blas es el santo que pone nombre a las fiestas chicas de esta localidad. Ayer, las gentes de Babilafuente se pusieron elegantes para asistir a esta celebración religiosa, muchos de ellos con capa charra y otros, como los miembros del grupo Manantial, acudieron con trajes charros.
La ceremonia, oficiada por el párroco don Pedro, consistía en la misa habitual de esta festividad, más la bendición de las gargantillas de colores, que después pudieron adquirir los vecinos en el kiosco de Jony.
Durante la misa se pudieron escuchar las afinadas voces del coro de esta localidad. En el repertorio destacó principalmente el himno a San Blas, que cantaron justo antes de salir a la calle.
La procesión recorrió las calles de costumbre. El desfile, presidido por San Blas, iba encabezado por el grupo de charros Manantial. Tras ellos, el santo llevado a hombros por cuatro vecinos, y más atrás, el alcalde, Jacinto Manuel Palomero, junto a sus compañeros los ediles del Ayuntamiento y el resto de gentes de esta localidad.
Aunque por las calles hubo algún baile de los charros, al concluir la procesión, se aprovechó el calor del interior del templo para poder contemplar mejor la actuación de este grupo de baile. Entre los participantes destacaba la joven Nerea de la Iglesia Prieto, quien, a sus once años, representa el espíritu de rejuvenecimiento por el que atraviesa el grupo Manantial de Babilafuente.
Macotera
El municipio de Macotera fue otra de las localidades de la comarca de Peñaranda de Bracamonte que celebró en la jornada de ayer la festividad de San Blas, que en este municipio es el patrón del Ayuntamiento y por tanto de los empleados municipales.
Por este motivo, ayer era fiesta para todos los trabajadores municipales, que no tuvieron que trabajar y que aprovecharon para asistir a la eucaristía en honor del obispo, tras la cual, la Corporación municipal les invitó a un ágape, así como a los médicos, profesores, trabajadores de los juzgados, bancos.
En Macotera, cuenta el concejal y diputado de Patrimonio y Turismo, Antonio Gómez Bueno, antiguamente en este día «cuando yo era pequeño, el alguacil -que por aquel entonces era Pedro El Sereno- llevaba una pequeña cayada, como de medio metro, que arriba tenía cintas de colores que habían sido bendecidas e iba por todas las casas y se las pasaba a la gente por el cuello, y también se hacía en el interior de la iglesia, y en la calle», recuerda el edil, como una forma de protección de la garganta.
Cuando el alguacil iba por las casas, las familias le obsequiaban con dinero o con productos, cada uno le agasajaba como lo veía conveniente con el fin de agradecerle el gesto de haber ido a sus casas.
Hoy en día esta costumbre se ha perdido, pero los vecinos que acuden a la eucaristía de San Blas en Macotera -como se pudo ver ayer- no se resisten a pasar ante la imagen del obispo con sus gargantillas o con un pañuelo y frotárselo al santo, para después colocárselo al cuello para no sufrir dolores ni enfermedades de garganta.
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