Raúl Moro 'se queda' en el Real Valladolid

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Muy pronto, el habilidoso futbolista se ganó el cariño de la afición pucelana gracias a su desparpajo y su capacidad para desnivelar desde la banda. De hecho, en apenas unos meses el jugador se convirtió en uno de los destacados en el ascenso del Real Valladolid, y las dudas sobre su continuidad en el club solo se limitaban al limite salarial, y la posibilidad de que su contratación condicionase «otras operaciones más urgentes en puestos más necesarios que en el centro del campo», explicó esta semana el director deportivo, Domingo Catoira.

Precisamente, sus dos goles resultaron fundamentales, puesto que el primero sirvió para ganar (1-0) en Miranda de Ebro; y el segundo abrió el marcador en el partido del ascenso ante el filial del Villarreal. Además, redondeó sus números con cuatro asistencias, en un final de temporada en que se convirtió en un fijo para Paulo Pezzolano, después de una primera parte de la temporada marcada por sus problemas físicos, que también pusieron en entredicho su contratación.

Moro disputó 30 encuentros ligueros y uno en la Copa del Rey. Unos registros que aumentará con la blanquivioleta en Primera División, categoría en la que todavía no se ha estrenado en España -sí en Italia-, y en la que estaba convencido de que jugaría con el Real Valladolid.

Moro se inició en el mundo del fútbol en el Abrera -equipo de su localidad natal-, pasó por el Igualada y después por las categorías inferiores del Gimnàstic Manresa, RCD Espanyol y FC Barcelona antes de recalar en la SS Lazio. En el club italiano vivió una cesión en el Ternana Calcio y otra en el Real Oviedo, por lo que ya conocía LaLiga Hypermotion para poner su granito de arena en el ascenso.