Ronaldo, Catoira y cía, esta es vuestra obra

El Real Valladolid actual es un retrato de la vergonzosa inoperancia que destila la actividad, por decir algo, de la dirección deportiva. Si el Pucela era un guiñapo, ahora es un cromo. Es lamentable, vergonzoso incluso. Si analizas lo que había y lo que hay, el resultado es un sonrojo. Has vendido a Juma para fichar a Aidoo, que además del tiempo de inactividad, es nulo con el balón en los pies y siempre llega tarde a la marca. Su compañero de línea, David Torres, estaría en el banco peleando por un sitio en Segunda RFEF. En el lateral zurdo, Rosa, asentado en el Ajax, ha dejado su sitio a Candela, que ni ataca ni defiende. El defensa izquierdo, fichado como tal, es un bulto sospechoso que se convierte en papel de seda para transformarse en un boquete en defensa y un fantasma en el despliegue. Por apariencia y recorrido, Aznou es un juvenil con aura injusta de primer equipo. Nikitscher y Grillitshch se alinearon en la sinrazón de un mercado de invierno que lo único que ha hecho es debilitar a una plantilla muy justa para firmar una salvación que hoy es una quimera.

Uno de los fichajes más caros de la historia del Real Valladolid es Latasa. El canterano del Real Madrid llegó a Valladolid como un ariete con gol, o al menos con un amago, tras su paso por el Getafe. Su historia invitaba más a la ilusión que al corazón roto. Con Marcos André sancionado, era su momento. La realidad enseñó a un futbolista lento, hosco, sin capacidad para pelear en el choque y sin gol. Latasa ataca sin filo, defiende sin intensidad y aparece fuera de foco en cualquier momento. Es la realidad en blanco y violeta. Cualquier equipo que aspira a algo, tiene en nómina a un 'nueve' con argumentos y gol. El Real Valladolid no presenta ni ariete, ni delantero, ni nada que se lo parezca. Por eso, el poco caudal ofensivo que genera se transforma en agua. No hay visos de que las ocasiones, con cuentagotas, se conviertan en diana. Un drama.

Aznou es como una réplica low cost de Abde. Tienen los mismos ademanes, pero cualidades opuestas. Si el lateral zurdo que ha pensado Catoira para suplir a Rosa es el internacional marroquí, el resultado no puede ser otro que el fracaso. Cocca le probó en su debut en el costado de la zaga y ayer le adelantó unos metros para buscar mayor eficacia. Tampoco le puede poner en otro sitio. El reciente fichaje blanquivioleta tiene más nombre que capacidades. Es muy flojo en defensa y tampoco es capaz de sobreponerse en ataque. Es un imitador, en las formas, de Abde, pero sin ninguna capacidad para atacar ni defender. Entiendo que juega porque Cocca no tiene nada más, pero su aportación resulta nula. Aznou se muestra débil para cerrar y con los recursos entre algodones para buscar la gambeta y al menos construir desde la medular. Sin argumentos, sus cualidades le sitúan entre el cadete y el juvenil. Muy lejos del primer equipo.

A Diego Cocca se le ha escapado el equipo entre los dedos. Ha rendido mejor fuera de casa que en Zorrilla. Al menos, allende del feudo blanquivioleta, el Pucela adelantó líneas, presionó arriba y buscó el robo en campo contrario. En su estadio, el conjunto blanquivioleta se transformó en un guiñapo. Catoira, Ronaldo y compañía, este es vuestro legado. La defensa es un chiste. Candela, que no sabe defender, a contrapié en la izquierda en lugar de Rosa. Aidoo, que 16 meses después se muestra incapaz de sacar la pelota jugada, y a su lado Torres, con el nivel ajustado a Segunda RFEF, es el centro de la zaga. A la derecha Luis Pérez, que volvió a estar más pendiente de la grada que de otra cosa. En el centro del campo, dos nuevos que no mejoran, y Anuar en la derecha como parche. Los cambios en el descanso desnudaron el plan de Cocca. Demasiado vacío como para competir en casa con un Sevilla que necesitó muy poco para golear y sonrojar.

Zorrilla amaneció amarilla, 'Ronaldo go home', y terminó gris. O blanco y violeta. El caso es que la afición blanquivioleta se marchó en el descanso, harta de apoyar a un equipo que parece empeñado en marcharse al pozo antes de hora. La sentencia de la grada es el resultado de una planificación insultante. A este paso, el estadio va a terminar como un solar. A Ronaldo se la traerá al pairo. Está más preocupado de su drive que del Pucela. El Real Valladolid está cincelando la peor temporada de su historia. Y lo peor de todo es que las maniobras del presente no terminan de mejorar nada que sirva para pensar en un futuro mejor. Ronaldo venderá al mejor postor. El problema es lo que deja en casa. Con un equipo destrozado, es difícil pensar en nada más. Vende y vete, Ronie. El daño aquí ya está hecho.