Bienvenidos a la lógica
Chuki y Federico (¡a pierna buena ambos!) dieron un curso de juego y eficacia en un equipo muy bien colocado
Si algún día la lógica termina por colarse en el fútbol, como elemento a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones, siempre será ... recordado aquel en el cual el Real Valladolid, a través de su cuerpo técnico y jugadores, la emplearon como elemento decisivo para alcanzar una victoria absolutamente justa.
Y se recordará que el Pucela jugó con tres volantes de características diferentes que dominaron el medio campo dándole un porte al equipo desconocido; algo a lo que vinieron a sumarse aquellos que, aún partiendo de posiciones contrarias a sus características naturales, utilizaron su pierna hábil para resolver desde el lugar adecuado y demostrar con lógica de lo que pueden ser capaces.
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Y no pasará desapercibido, para aquellos que gustan del valor táctico del conjunto, el dispositivo utilizado por el entrenador uruguayo equilibrando líneas, hombres y zonas de posicionamiento.
Y entre todos llegarán al convencimiento de que el Huesca, ese equipo que se valoraba como serio y fuerte, fue dominado hasta hacerlo desaparecer, gracias al valor futbolístico de un Real Valladolid que se dedicó a jugar al fútbol de verdad; o sea, como Dios manda.
Volverán a recordar a un equipo situado entre la altura de cada banquillo, manteniéndose siempre junto y con gran proximidad entre líneas y hombres que las componían; y siendo así, entenderán fácilmente que se defendiese mejor y que el contraataque fluyese expontáneo entre volantes y extremos acompañando a su '9'.
No valorarán en demasía que tanto Peter Federico como Biuk iniciasen fuera de puesto porque el dominicano remató a lo Ferenc Puskas un contraataque llevado magistralmente por Iván 'Chuki' San José; aunque ¡ojo! recordarán que se encontraba en posición de interior izquierdo y le resultó sencillo aprovechar su pierna buena.
Y del croata les seguirá quedando la duda, tras verle asistir de primeras y desde su lado malo, a Federico para que hiciese doblete.Y en ese eterno debate del extremo bueno en lado malo, mantendrán en su retina a un Amath clavando con su diestra, de primera y en el borde del área en posición de 9, el cuarto del equipo. Sintomático pués.
A un servidor, mientras esto escribe, le invade una íntima satisfacción por poder relatar que el triunfo de la lógica termina por imponerse antes de que el mercado invernal nos venga a cambiar conceptos mezclando churras con merinas en lugar de enjuiciar valías.
A mi modo de ver, el equipo tiene una alineación clara y bastante estabilizada, en la cual, y sin tener que prescindir de un solo hombre, simplemente cambiando de lado a los exteriores, daría un sentido mucho más amplio al juego convirtiéndole en un aspirante realmente serio en la categoría.
Y del mismo modo que analizamos las derrotas y buscamos culpables tácticos entre los protagonistas, sería notablemente bueno analizar como y por qué se ha vencido con tanta claridad y quiénes y desde que lugares lo han conseguido.
Al fin y a la postre, son los futbolistas quienes deciden con la pelota de por medio, viniendo a ser todo lo demás milongas utilizadas con criterio más o menos oportunista, por todos los que nos movemos en este fascinante mundo del fútbol.
No sé el porcentaje de posesión que habrá tenido el equipo, los toques dentro del área, el mapa de calor de Latasa o los duelos ganados, como asimismo intuyo que se valorará si el bloque fué bajo, medio o alto. Me es igual. Si todo ello sirve para que Chuki, el chico de la claridad de aquel partido, consiga hacerse con el puesto pues bienvenido sea, aunque yo a quien realmente me gustaría dar la bienvenida es a la lógica. No se puede dudar que, gracias a ella, ayer ganamos. No lo duden.
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