Maroto se tapa la cara tras anotar ante el Almería su primer gol con el Real Valladolid para sellar el triunfo blanquivioleta por 3-1. Alberto Mingueza
Real Valladolid

La guinda del gol de Mario Maroto

El vallisoletano se estrenó como realizador en un Pucela que ejecutó todos sus tiros ante el Almería dentro del área

Arturo Posada

Valladolid

Domingo, 14 de septiembre 2025, 20:34

Mario Maroto Argüello (Valladolid, 2003) exultaba al finalizar el partido. El Pucela acababa de endosar un 3-1 a la UD Almería y el canterano, ahora ... ya con dorsal en el primer equipo blanquivioleta, había colocado la guinda con el tanto final. «Es increíble la verdad. Una sensación increíble», resoplaba Maroto en su quinto partido oficial con la camiseta del Real Valladolid. «Todos los que estamos en el otro lado, en los Anexos, soñamos con estar aquí. Salir, meter un gol y conseguir la victoria, que es lo más importante, resulta una sensación increíble», insistió el centrocampista pucelano, que celebró a lo grande su primer tanto con la plantilla profesional.

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Maroto saltó al campo en el minuto 83 para relevar a Julien Ponceau. A esas alturas el Almería tenía igualado a uno el encuentro y amenazaba con mucho peligro el área de Guilherme. El impacto del vallisoletano se dejó notar con mucha rapidez:estrelló un balón en el larguero de Andrés Fernández en el minuto 86 y ese rechace contra la madera fue el que causó la mano de Federico Bonini que, tras la revisión con el VAR, acabó abriendo el camino de la victoria blanquivioleta gracias al temple de Juanmi Latasa desde el punto de penalti. Para redondear el partido, el propio Maroto rebañó en el minuto 98 la pelota que Aridane le mandó involuntariamente tras una parada de Andrés Fernández. El vallisoletano marcó el 3-1 y se tapó la cara, primero con las manos y luego con la camiseta, para vivir más privadamente las emociones que le invadieron. Todos sus compañeros corrieron para abrazarlo y la sonrisa de Maroto cuando su rostro volvió a ser visible resultó impagable. Tras el minuto 102, cuando el árbitro pitó el final, todos los futbolistas convocados con el primer equipo volvieron a dirigirse a él para felicitarlo con gran alborozo.

«Ese abrazo refleja todo lo que hemos pasado en esta pretemporada y todo el grupo que hemos formado. Al final, somos una familia y se ve dentro del campo. Todos peleamos por todos. Eso contagia a la afición y nos sentimos identificados. Ese abrazo al final es un gol de todos», apuntó Maroto.

El 3-1 frente al Almería desató la fiesta en un partido de fases cambiantes y con incertidumbre hasta el tramo final. También sirvió para ver a un Real Valladolid que buscó afinar su portería con lanzamientos lo más cercanos posible a la portería de Andrés Fernández. De hecho, la totalidad de los once disparos que intentó los ejecutó dentro del área rival, un dato que contrasta con los siete latigazos lejanos que buscó el Almería de los 14 tiros totales que armó el cuadro de Rubi.

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Maroto puso la guinda con un simbólico gol para la cantera en un partido que dejó buenas noticias para los dos delanteros centro que intervinieron. Marcos André anotó en su primera titularidad a las órdenes de Guillermo Almada con un bello (y complicado) escorzo en el aire que descorchó el marcador en el minuto 20 en el único remate que intentó. Juanmi Latasa, que se quedó de inicio en el banquillo tras sufrir un esguince el fin de semana anterior en Zaragoza, se encargó de ejecutar el penalti en el 90 para batir sin contemplaciones a Andrés Fernández y abrir la vía de la victoria. El madrileño apenas tocó 13 balones, pero ejecutó tres tiros a puerta, incluido el del penalti anotado, que supone su segundo gol de este curso. Resultan igualmente destacable los números de Maroto, con tres lanzamientos (uno fuera, uno al palo, otro dentro) en solo nueve toque de balón tras saltar desde el banquillo.

«Sólo quiero ver a mi padre, que se ha perdido el partido porque está trabajando aquí al lado. Es policía y sólo quiero salir para ver a mi familia y darles un abrazo porque casi sufren más que yo», agregó Maroto, que recibió todo tipo de comentarios elogiosos en el vestuario. «Me han dicho que es algo que me merezco porque trabajo mucho. El gol refleja todo eso. De ahí la celebración y la liberación por todo el trabajo de tantos años en la cantera. Llegar aquí y marcar es increíble», finalizó.

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