Y las dulzainas resonaron en el estadio Zorrilla
La Escuela Tierra de Pinares interpretó el himno del Pucela antes de jugar con la Cultural en una primera colaboración con el club
El Real Valladolid puso en práctica una gran iniciativa en los prolegómenos del partido ante la Cultural Leonesa. Los nuevos responsables mexicanos del club ... blanquivioleta, con muchas ganas de empaparse de la idiosincrasia vallisoletana, dieron el visto bueno a la interpretación del himno del Pucela con instrumentos castellanos. La Escuela de Música Tradicional Tierra de Pinares se encargó de llevarlo a la práctica, en un momento inolvidable para los protagonistas. «Muchos de los que salimos a tocar somos abonados, así que supuso todo un honor que el club contara con nosotros», explica Roberto Pérez, uno de los dulzaineros que pisó el césped de Zorrilla. «Mario Miguel [el jefe de prensa] se puso en contacto y creo que la idea viene por él. La nueva propiedad apuesta por estas cosas. Tuvimos una reunión con ellos, le dimos forma y fuimos para adelante».
Roberto Pérez destaca cómo se aunaron la «música tradicional y la etnografía» con un «partido de fútbol de élite» para visibilizar este aspecto de la cultura castellana. «Al salir, estábamos nerviosos y lo primero que buscamos en las gradas fue la respuesta de nuestros conocidos. La afición nos arropó y se arrancó a cantar en el momento justo. Esa era nuestra incertidumbre porque se buscaba el efecto sorpresa. Nuestra entradilla era corta, treinta segundos escasos, y cuando vimos que todo el estadio se levantó y alzó las bufandas comprobamos que todo había salido a la perfección. Nosotros también somos forofos y agitamos igualmente las bufandas».
Los integrantes de la Escuela de Música Tradicional Tierra de Pinares efectuaron ensayos para coordinar toda la parte técnica, ya que hubo que instalar dos micrófonos para que el sonido de las dulzainas y tambores resonara con claridad por todo el recinto. También se determinó qué lugar exacto debían ocupar todos los miembros para la emisión televisiva.
Mientras la entradilla del himno sonaba con el característico sonido de las dulzainas, los integrantes de los dos equipos saltaron al terreno de juego. «Los futbolistas iban concentrados, pero mi hijo, que tocaba el tambor, me dijo que algunos jugadores del Pucela nos hicieron guiños de complicidad», apunta Pérez.
La Escuela de Música Tradicional Tierra de Pinares está afincada en Aldeamayor de San Martín y lleva más de 40 años divulgando el folclore vallisoletano. «El foco principal es la dulzaina y la percusión tradicional, con tambor y bombo. También realizamos actividades en torno a lo etnográfico. Es una referente en cuanto a música tradicional. Contamos con gente de muchas partes de la provincia, pero también de Segovia. Hay unas treinta dulzainas y casi cuarenta tambores. Trabajamos por y para la difusión de la dulzaina, tenemos grupo de calle y vamos mucho a actuar por los pueblos. Damos clases a diario en un aula, con diferentes niveles, y no deja de entrar gente nueva. El domingo, además de acudir a Zorrilla, estuvimos amenizando la media maratón por la mañana».
El Real Valladolid está abierto a nuevas colaboraciones. «Sí, tienen interés de hacer más cosas con nosotros según nos dijeron en las reuniones que hemos mantenido con ellos. Imagino que se tratará más de buscar un efecto sorpresa en días concretos, como en este caso. Creo que la respuesta de la afición ha sido buena y ahora la nueva propiedad, que es la que nos pidió hacerlo, valorará el impacto que ha tenido», finaliza Roberto Pérez, dulzainero... y muy blanquivioleta.
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