Diego Martínez se la juega en Valladolid al frente del peor equipo de Primera de 2025

La situación límite en la que se encuentra la UD Las Palmas, siete jornadas consecutivas sin ganar y un punto de los últimos veintiuno en juego, convierte el partido de hoy en Zorrilla (21:00 horas) en una prueba de fuego para el proyecto y la continuidad al frente del mismo de Diego Martínez. El técnico encara un partido sin margen de error frente al colista de la categoría y sabe que una nueva derrota, que supondría la quinta consecutiva en un sucesión fatal de resultados, haría saltar por los aires su crédito. Incluso un empate podría resultar insuficiente dado el déficit que se arrastra en el que es el peor equipo de Primera este 2025.

Pese a los avances en el rendimiento que se dieron ante el FC Barcelona, con elogios y reconocimientos al esfuerzo del equipo pese a la derrota final en el Estadio de Gran Canaria (0-2), lo que da de comer son los puntos y los goles, y la UD encadena dos meses de una sequía demoledora. La dinámica actual es la peor de la temporada, pues ni en la etapa de Luis Carrión al inicio se dejaron escapar, de manera encadenada, doce puntos.

En el club son sensibles a las contingencias que, de manera implacable, han limitado el potencial de la plantilla con lesiones, sanciones sucesivas y el inevitable impacto de lo acontecido con Kirian Rodríguez, su capitán, que se perderá el resto de temporada al padecer Linfoma de Hodgkin. «Hemos pasado situaciones que ningún equipo ha tenido», se ha encargado de recordar el propio Martínez. Pero si se han de activar medidas para frenar lo que se empieza a ver como un descenso a cámara lenta no habrá dudas en la directiva, convencida de que hay margen y capacidad para mejorar lo que se ve ahora.

Sin embargo, el entrenador trató ayer de quitarle hierro a la situación. «Mañana –por hoy– no termina nada, continúa todo», valoró, realzando su trabajo.

Diego Martínez aludió en su comparecencia previa al partido al frío de Valladolid y la diferencia térmica que pueden encontrarse sus jugadores en el césped de Zorrilla con respecto a Gran Canaria. «Me preocupa porque los golpeos son distintos, los pies se pueden quedar como congelados, y ese tipo de sensibilidad es importante por el tipo de fútbol que hacemos y, porque desde la continuidad y desde esa fluidez, tenemos que encontrar mejores opciones de poder hacer gol», valoró.

«Pondré a los once mejores que tengo para el plan de partido. Desde que llegamos aquí estamos abiertos a todos. El reto es repetir lo que hacemos bien pero con más acierto. Buscamos el click que necesitamos», destacó en relación a la buena imagen ofrecida por su equipo ante el FC Barcelona el pasado sábado. «Seguimos trabajando. Acierto en las áreas, convicción en lo que hacemos y cómo lo hacemos. Nadie dijo que fuera fácil», subrayó al tiempo que valoró la posibilidad de que su equipo termine la jornada en puestos de descenso. «Desde el primer día aclaré que no iba a mirar la clasificación. Recuerdo que Las Palmas estuvo 23 partidos sin ganar. Toda la isla está convencida de que lo vamos a conseguir juntos», concluyó.

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