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El Ayuntamiento de Valladolid no se encargará de liderar la captación de inversores privados para formular una oferta de compra del Real Valladolid a Ronaldo ... Nazário. Tampoco se implicará económicamente para adquirir acciones del club blanquivioleta con la idea de revenderlas posteriormente para fortalecer el vínculo entre la afición y la entidad. Los tres primeros puntos de la moción presentada por el grupo municipal socialista quedaron rechazados este lunes con los votos en contra de PP, Vox y Valladolid Toma La Palabra. Este último grupo sí apoyó en el pleno que los grupos de la oposición estuviesen presentes en un hipotético proceso de contacto con los posibles compradores, aunque el punto también quedó rechazado por los votos favorables de los partidos que integran el gobierno local. En cambio, fueron aprobadas las enmiendas de adición, presentadas por Vox y PP, en el que el Ayuntamiento se compromete «a crear un entorno favorable para la inversión, pero sin involucrarse directamente», así como para fomentar el apoyo del Ayuntamiento a otros clubes y mejorar las instalaciones deportivas del estadio José Zorrilla.
Pedro Herrero, portavoz del grupo municipal socialista, señaló en la presentación de la moción que «existe un clamor social» para dar salida a la situación del Real Valladolid una vez que Ronaldo Nazário ha puesto a la venta el club «al mejor postor» por lo que «el Ayuntamiento no puede permanecer de brazos cruzados esperando acontecimientos». Para Herrero, «existe la posibilidad cierta de que el club acabe en peores manos» y corresponde al alcalde, Jesús Julio Carnero, liderar, coordinar y mediar con posibles compradores tirando «del carro» porque «con una adecuada planificación, los resultados deportivos llegarán y entonces el Real Valladolid volverá al lugar que se ha ganado en la historia».
La propuesta socialista no encontró respaldo en el otro grupo de izquierdas, Valladolid Toma La Palabra, que entendió que el Real Valladolid «no deja de ser una empresa privada» y, aunque merece apoyo, «el deporte en Valladolid es algo más que su club de fútbol». Jonathan Racionero, concejal de esta formación, rechazó que el Ayuntamiento deba hacerse con más acciones de las que ya posee y consideró que «el apoyo a las entidades deportivas debe estar en los convenios, subvenciones, instalaciones y promoción, pero no formando parte del accionariado», aunque VTLP sí apoyo que los grupos de la oposición formasen parte de un proceso para lograr «el máximo apoyo institucional». Además, introdujo una enmienda para retomar el proyecto de la Ciudad Deportiva que fue rechazada por PP y Vox, y afeó a Carnero que prometiera en campaña un «mini Bernabéu por 25 millones».
Irene Carvajal (Vox) admitió que el fútbol «trasciende lo meramente competitivo» ya que redunda en la generación de empleo y tiene impacto positivo en «el turismo, hostelería y comercio local», pero entendió que «cualquier actuación de una administración pública en una empresa privada es un terreno delicado que no debe generar favoritismos». Por eso, Vox propuso que el Ayuntamiento se limitase a «crear un entorno favorable para la inversión sin involucrarse directamente en una empresa específica» y que el papel del alcalde debía limitarse al de «un facilitador neutral» en el caso de la compraventa del club blanquivioleta.
Alberto Gutiérrez Alberca calificó la moción del PSOE como «inoportuna y oportunista» y se mostró convencido de que si el Real Valladolid fuese séptimo u octavo en la tabla, la moción no habría tenido lugar. «No es bueno mezclar los resultados deportivos y política. Nunca ha sido bueno». Ademas, consideró que el hecho de llevar al pleno esta moción no favorece los intereses de posibles compradores porque «descubre ofertas» y «en cualquier proceso de negociación la discreción es fundamental».
En su turno de réplica, el socialista Pedro Herrero recordó que el alcalde dijo estar «preocupadísimo» el pasado mes de febrero con la situación del Real Valladolid y que, por tanto, «algo tendrá que hacer». Además, evocó que Ronaldo «prometió un montón de cosas cuando llegó que no ha cumplido» y calificó como «populista» la promesa electoral del actual alcalde para hacer un «mini Bernabeú con techo retráctil por 25 millones de euros». Además, rechazó que se hayan desvelado ofertas ya que las propuestas han estado «encima de la mesa durante los últimos meses». Igualmente, inquirió a Carnero si ha hablado con Ronaldo en los últimos días después de que el alcalde dijese el pasado 19 de marzo que no tenía contacto con el presidente del Real Valladolid desde Navidad
Irene Carvajal se preguntó si el grupo municipal socialista «ha estado negociado con empresarios privados a espaldas del Ayuntamiento y del propietario del club» y si esos empresarios «son del círculo municipal socialista». Además, la representante de Vox y teniente de alcalde planteó que esta moción «quizá sea la venganza de Puente contra la propiedad del club» o los anhelos del exalcalde y actual ministro «que hace pocas semanas declaró en la Ser que le encantaría ser el presidente del Real Valladolid». Además, afeó al PSOE, un partido que «hunde sus raíces en el marxismo», que proponga «rescatar un negocio privado con dueños y accionistas»
En el segundo turno, Alberto Gutiérrez Alberca pidió «mirar al futuro» con las mejores instalaciones posibles que permitan el crecimiento del Real Valladolid. «En eso la ciudad de Valladolid y el Ayuntamiento de Valladolid tiene que echar una mano a los actuales propietarios o a los futuros propietarios. Pero no solamente en el fútbol, sino también en el baloncesto o el balonmano».
Jesús Julio Carnero intervino al final del debate y manifestó estar «encantadísimo» de apoyar una situación en la que inversores locales puedan hacerse con la propiedad del Real Valladolid. «Ojalá fuera así. En eso venimos trabajando. Desde hace mucho tiempo, desde la total y absoluta discreción, porque estamos ante una sociedad anónima deportiva que pertenece a una propiedad. Yo hablo de continuo con la propiedad porque la propiedad no es solo el señor Nazario, sino quien representa al señor Nazario. Por tanto, cuando hablamos con los representantes del señor Nazario, estamos hablando con la propiedad», apuntó el alcalde, que recordó que el ámbito de actuación del gobierno local pasa «por la reforma del estadio junto a la Ciudad Deportiva». «Ahí es donde nos tenemos que mover como ciudad».
Además, el regidor insistió en la discreción en el proceso de compraventa del club, porque «cuanto más hablemos, peor va a ser para el Real Valladolid y peor va a ser para la afición». «Este es un club muy importante para la ciudad de Valladolid y mueve el sentimiento de los vallisoletanos. Todos tenemos que trabajar para que entre en una fase de bondad y no como está actualmente, en una fase dramática desde el punto de vista deportivo y gerencial», remachó Carnero.
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