Anuar, comprometido: «Me hace una ilusión tremenda poder devolver al Real Valladolid a Primera»
El canterano reconoce entre líneas haber sacrificado minutos en otro equipo por el cariño y compromiso que tiene con el club de su vida
Si hay un jugador que encarna el compromiso y sacrificio por unos colores, además de una humildad que es rara avis en el mundo del fútbol, es sin duda Anuar. El canterano lo ha vuelto a demostrar esta temporada, primero empleándose al cien por cien sin rechistar en posiciones que no le son tan familiares como la de mediocentro y en segundo lugar sacrificando más minutos y protagonismo con otra camiseta a costa de defender con uñas y dientes la que empezó a vestir con 13 años.
Anuar Mohamed Tuhami (Ceuta, 1995), más blanquivioleta que el escudo, desoyó la oferta del Mirandés para vivir un nuevo ascenso con el Real Valladolid. «La verdad es que mi decisión no ha sido por la salida de ningún compañero. El mercado tiene sus tiempos y a medida que va avanzando vas notando el cariño y te sientes valorado con lo que te van diciendo en el club y los compañeros. Valladolid siempre ha sido mi casa y es un reto devolverlo a Primera», ha asegurado esta mañana en sala de prensa, incidiendo en su amor por los colores. «Es verdad que sonaron equipos y algunas ofertas para tener más minutos pero el mercado fue pasando y el club y yo valoramos que era bueno que me quedara y que podía ayudar al equipo. Y como bien sabéis, el Valladolid siempre ha sido mi primera opción. Me hace una ilusión tremenda volver a conseguir un ascenso con el Real Valladolid. Y estoy al 100% ilusionado por poder devolver al Valladolid a Primera», ha añadido.
El centrocampista ya vivió el último ascenso con Sergio González en el banquillo. «Son dos etapas totalmente diferentes, aquella temporada no fue nada fácil y es verdad que con la llegada de Sergio el equipo se armó y empezó a creérselo. Este año tenemos un grupo muy bueno con una calidad inmensa, demostrando que tenemos capacidad para estar arriba, y a todos los rivales se les hace muy difícil ganarnos», ha analizado, con un sabor amargo por el último empate cosechado en Fuenlabrada.
«El sabor es agridulce porque en Fuenlabrada queríamos ganar, y generamos las ocasiones necesarias para marcar y llevarnos el partido. Un partido complicado en el que el rival nos lo puso difícil y planteó un partido duro y rocoso, pero nos quedamos con que llevamos siete partidos invictos y que estamos en el camino para mantenernos en la parte de arriba. Estamos super ilusionados», ha admitido.
Tampoco Anuar sabe explicar la diferencia entre el equipo dominador que se disfruta en Zorrilla y el temeroso y apocado que se sufre a domicilio. «Aquí somos un equipo muy fiable y demostramos que sometemos al rival. ¿Fuera? Pues los rivales también juegan y te lo ponen difícil. Hay muy buenos equipos y cada partido es un mundo. Lo más importante es que tanto en casa como fuera hacemos ocasiones, y estoy seguro de que los goles llegarán», ha valorado, reconociendo que los condicionantes que se encuentran lejos de Zorrilla tampoco ayudan.
«No es excusa pero está claro que las condiciones no son las mismas. En casa juegas con campo grande, césped perfecto y el balón corre,... y el otro día ni regaron antes ni durante el partido, el campo estaba seco, ellos proponen un juego duro, el balón se frena,... no estamos acostumbrados a eso y hay que adaptarse», ha comentado.
Anuar ha empezado a jugar en su posición en los últimos partidos ante la ausencia de titularesm algo que no le preocupa mucho por su polivalencia, según reconoce. «Es verdad que he empezado a tener más minutos en el centro del campo, hasta ahora no había tenido oportunidad salvo en banda o en el lateral, pero me considero un jugador polivalente. El míster es el que decide, ha pensado que puedo rendir en otros puestos y mi intención es dar el cien por cien y dejarlo todo en el terreno de juego. Está claro que mi posición de siempre es el centro del campo, y donde me siento a gusto, pero estoy para ayudar. Y donde decida el mister ahí voy a estar», ha afirmado, demostrando su compromiso y carácter solidario.
La vuelta de Aguado tras cumplir sanción le pone las cosas difíciles para mantener la titularidad. «Trabajo para jugar y si no salgo estaré dispuesto para ayudar en lo que pueda. Somos un equipo y todos podemos rendir al cien por cien y el Girona nos va a poner las cosas difíciles».
Por último, ha dejado en anécdota el rifirrafe entre Roque Mesa y Weissman por lanzar el penalti que finalmente no se llegó a tirar. «Me quedo con la valentía de los dos, y que los dos quieren ayudar al equipo. Tienen muchísimas ganas de demostrar, hay revoluciones altas y son cosas de fútbol que se ven a diario y se queda en anécdota», ha declarado, achacando la reacción a la «tensión» y «adrenalina» que se viven en el campo.