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Parque Nacional de Ordesa y Jaca.
Los mejores rincones para pasar una Navidad diferente en los Pirineos

Los mejores rincones para pasar una Navidad diferente en los Pirineos

Evadirse entre montañas, en pueblecitos de piedra rodeados de paisajes de ensueño, es una manera idílica de disfrutar de las esperadas fechas navideñas

Álvaro Romero

Jueves, 12 de diciembre 2019, 07:41

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Las fiestas navideñas se tornan idílicas cuando se celebran en un marco tan sensacional como la cordillera pirenaica. Situada al noreste de la Península Ibérica sirve de frontera natural entre España y Francia, y de hogar a uno de los países más pequeños del mundo, Andorra. Se dispone a lo largo de más de 400 kilómetros entre el cabo de Creus y la cordillera Cantábrica, ocupando parte de las comunidades autónomas de Cataluña, Aragón, Navarra y País Vasco.

Adentrarse en los Pirineos es hacerlo en un entorno natural incomparable, entre imponentes picos de piedra y verdes valles por los que discurren ríos de aguas cristalinas y heladas. Sus espesos bosques invitan al paseo entre caminos y senderos adornados por saltos de agua. La fauna y flora son sus mayores riquezas. Entre tanto verde aparecen pueblecitos mágicos, enclaves de cuento que, en invierno suelen teñirse con un hermoso manto blanco de nieve. Estos son algunos de los más bonitos para realizar una escapada en Navidad:

Jaca, arte románico en los Pirineos

El pueblo de Jaca es uno de los focos rurales más destacados del Pirineo Oscense. Capital de la comarca de la Jacetania, alberga impresionantes paisajes donde corretean a sus anchas multitud de especies animales. Hasta allí se acercan amantes de los deportes de invierno y aventura, apasionados del senderismo y la naturaleza o simplemente visitantes que buscan la tranquilidad.

Arrastra tras de sí más de dos mil años de historia entre sus muros y conserva un patrimonio monumental de gran valor. Sus calles tienen un sabor especial, siempre con la piedra como protagonista. El extraordinario casco histórico, uno de los más atractivos y mejor conservados de Aragón, fue declarado Bien de Interés Cultural. No es para menos, deleita a diario a propios y extraños con sus ejemplos de arquitectura románica. De visita obligada es su Ciudadela, ejemplo de arquitectura militar del siglo XVI y declarada Monumento Nacional.

Elizondo, en el corazón de Baztán

Capital administrativa, jurídica y cultural del Valle de Baztán, en el Pirineo Navarro, aparece Elizondo. Localidad que hace las veces de centro neurálgico y comercial de la comarca. Sirve de hogar a la mitad de la población y de escenario para fiestas, mercados y actos públicos. Se distribuye a ambas orillas del río Bidasoa, cauce que atraviesa el trazado urbano dejando espectaculares estampas, gracias sobre todo a sus bellos ejemplos de arquitectura local.

Su precioso centro histórico contempla y alberga construcciones nobiliarias, palacetes e impresionantes casonas, como el palacio de Arizkunenea o el edificio del Ayuntamiento. Cuando la nieve asoma los tejados y suelos se tiñen de blanco y el pueblo cobra aún más belleza. En Elizondo aún se conservan las tradiciones de antaño y si por algo destaca es, sin duda, por su excelente gastronomía y la tradición chocolatera.

Aínsa, belleza medieval entre montañas

Aínsa se sitúa en la provincia de Huesca, concretamente en la comarca de Sobrarbe, a pocos kilómetros del Parque Nacional de Ordesa. Los ríos Ara y Cinca cruzan su término municipal haciendo del agua un elemento protagonista tanto para el día a día de sus vecinos como para la belleza del entorno. Un paisaje escoltado por impresionantes cumbres que entrega un intenso color verde, tónica habitual en los meses de lluvias.

Su arquitectura medieval hace de la piedra el material principal, tanto en muros como en suelos. Alcanza su máxima expresión en la Plaza Mayor, una de las más bonitas y singulares de España. Aínsa oferta una amplia variedad hostelera, tanto en restaurantes, donde ofrecen los mejores platos de la gastronomía aragonesa; como en casas y hoteles rurales, donde pasar una Navidad diferente frente al calor de una buena chimenea.

Beget, un pueblo de juguete

El pequeño pueblo de Beget está considerado como uno de los más bonitos de Cataluña. Se ubica en la comarca de la Alta Garrocha, en el norte de la provincia de Gerona. Su trazado urbano, de reducidas dimensiones, se integra a la perfección en el entorno, gracias sobre todo a la presencia de la piedra, elemento natural que reviste suelos y muros protegiendo a los hogares del gélido frío que atiza en invierno.

El agua se ha convertido en el elemento fundamental de la zona, dos arroyos convergen en la población transportando las frías aguas del deshielo. Los paisajes allí son de cuento y dejan boquiabiertos a todos los turistas apasionados de la naturaleza que hasta allí se acercan. Pasear por sus calles es regresar al pasado, a época medieval, fecha en la cual se atribuye el nacimiento del pueblo. Una localidad perfecta para hacer senderismo y disfrutar de la gastronomía de la zona.

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