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Villaherreros reivindica su patrimonio histórico con la Fiesta de las Bodegas
Más de trescientas personas se sumaron a una celebración enológica y gastronómica, en la que las peñas locales cobraron protagonismo
La sexta edición de la Fiesta de las Bodegas ha reunido en Villaherreros a 310 comensales dispuestos a recorrer las históricas Bodegas de San Pedro del municipio original propuesta enológica y gastronómica. Impulsada por la Asociación Juvenil Sin Fronteras y respaldada por el Ayuntamiento de Villaherreros, la jornada volvió a reivindicar el patrimonio vitivinícola local y el potencial turístico de la comarca, que año tras año se ha consolidado como uno de los acontecimientos más singulares del verano palentino. «Lo más representativo es abrir al público unas bodegas que normalmente están cerradas», explican desde la organización.
Situadas a un kilómetro y medio del casco urbano, estas construcciones tradicionales (patrimonio esencial de Villaherreros) recuperan con esta celebración durante unas horas su actividad histórica: las peñas del pueblo elaboran tapas con los fondos aportados y abren sus puertas para ofrecer, en total, 310 degustaciones. El objetivo es «potenciar que las bodegas sigan vivas y dar al entorno un valor añadido, además de ofrecer un formato festivo diferente a lo habitual en Castilla».
El modelo de fiesta autogestionada garantiza que todos los ingresos reviertan directamente en la edición siguiente o en proyectos de mejora del entorno. «Yo empecé a dirigirlo hace cinco años, tras un parón, y desde entonces procuramos que la experiencia vaya creciendo en calidad», comentan los integrantes de la asociación organizadora.
En la primera edición se reservaron fondos para 200 tapas, otorgando a cada peña 150 euros. Hoy, con más presupuesto, cada una de las nueve peñas recibe 250 euros y debe elaborar 310 tapas. Todos los participantes pagan 10 euros, lo que permite usar ingredientes más elaborados, como la anchoa de la 'tapa Marinera Murciana', que este año estrenará la peña Del laberinto al 50, la zamburiña de la peña Desorden, que ha bautizado su creación con un nombre tan enigmático como 'Ni Concha Ni Concho'.
Las peñas son, sin duda, las protagonistas de esta fiesta. Con nombres originales y recetas aún más sorprendentes, cada una prepara una tapa distinta:'Rita', de la peña Desorden; 'Fit a Chips', de la peña Eqlt; 'Elixir de Sandía', de Ceda el Paso; o 'Una de Baute', de la peña Desastre...
Otra novedad de esta sexta edición es la supresión de los premios a la mejor tapa. «Los reconocimientos a veces traen rivalidad», explican desde la organización, así que este año no hay competición, solo colaboración y celebración.
Con todos los tickets agotados, la experiencia en el recorrido por las nueve bodegas fue un éxito. Para acoger a las familias que venían con niños, se habilito un espacio infantil gratuito con macarronada para los más pequeños y la presencia de tres dinamizadoras juveniles que cuidarán a los niños entre las 14:00 y las 16:00 horas. Mientras tanto, los adultos podrán disfrutar del recorrido por las bodegas, amenizado por dulzaineros.
A las 16:30 horas, un DJ tomó el relevo hasta las 21:00 horas. Después, todos regresaron al pueblo para prolongar la velada con una barbacoa popular organizada por el bar del municipio en la plaza.
El compromiso medioambiental también forma parte del ADN de la fiesta: vasos reciclables proporcionados por la Diputación de Palencia y un sistema de recogida selectiva permiten minimizar residuos. Además, como símbolo del arraigo local, el alcalde del municipio, Félix Díez, elabora un vino rosado de su propia cosecha. «Ver las bodegas repletas de gente es un orgullo. Queremos que Villaherreros se convierta en destino de turismo gastronómico y cultural, y que cada edición siga sumando recetario, tradición y confraternidad», señalan desde la asociación.
Con esta VI Fiesta de las Bodegas, Villaherreros demuestra que la unión de juventud, patrimonio y gastronomía no es solo una celebración, sino una receta de futuro para el medio rural.
