«No hay nada más sexy en estos momentos que ponerse la mascarilla»
La única edil de la plataforma ciudadana recalca que relajarse en verano es positivo, pero que hacerlo con las normas es un peligro
¿Hay algo más sexy que llevar mascarilla? Esta es la pregunta de esta serie de entrevistas a concejales de la capital que más 'regates' ... está teniendo para ser respondida por los políticos, pero Sonia Ordoñez tiene claro que sí, que no hay nada más sexy que un tapabocas en los tiempos que corren. Con respecto a la cuestión de si hay algo mejor que un amigo con piscina, la edil de Ganemos también 'se moja', porque un amigo con una casita junto al mar tampoco está nada mal.
–¿A qué verano que añora le gustaría volver este verano y no podrá?
–Al verano de 1989. Entonces, yo tenía 13 años y toda la pandilla íbamos caminando cada día hasta lo que entonces era la piscina de La Salle, en la carretera de Villalobón, de hecho, al verano siguiente se cerró. Nos pasábamos el día allí, escuchando música en el 'walkman' y jugando en el agua. Para mí fueron días entrañables de diversión y de iniciación a la amistad, conservo con cariño algunos de aquellos buenos amigos.
–¿Tiene pueblo o le prestan uno?
–Aunque mi padre nació en un pueblo de Burgos y mi madre se crió en Revilla de Campos, no he tenido pueblo como tal y siempre he querido tenerlo. Ahora, a veces me retiro a un pueblo de la montaña pero añoro el ambiente de las peñas, los quintos y todos los valores que te aporta tener pueblo: jugar en la calle, el sentido de comunidad y experimentar la cercanía de los vecinos y de las vecinas o dejar la puerta de casa abierta. Sin embargo, puedo decir que mi barrio, La Puebla, era como un pueblo en los ochenta y pude disfrutarlo como tal. Lamento que ya no sea así, que los coches lo hayan invadido y que ya no se celebren las fiestas del barrio.
–¿Qué se llevaría a un pueblo vaciado?
–Probablemente nada, quizá algún libro y una libreta para escribir y, sobre todo, las ganas de hacer algo por conservar ese pueblo, las buenas costumbres que antes comentaba. Ahora se dice que los pueblos están vacíos para llenarlos, ahora bien, ¿de qué? ¿de macro granjas? Me niego. Si tuviera que llevarme algo sería a mi abuela materna, ella hacía de todo, no necesitaba grandes centros comerciales ni ningún coche, eran felices a base de cariño.
–¿Es de las palentinas de Benidorm o de las de Santander?
–No renuncio al mar, puedo decir que conozco los dos lugares y que su mayor atractivo es el mar. Renuncio a las masificaciones, a la explotación pura y dura de la costa, eso no lo quiero.
–¿Pero un concejal puede tener vacaciones?
–Este año ha sido muy duro por la situación de la pandemia y no hemos parado de trabajar en ningún momento. Ser concejala supone una dedicación de muchas horas al día casi todos los días y ahora es necesario descansar y desconectar un poco. Se necesitan sobre todo psicológicamente, la verdad. Hay momentos agotadores.
–¿Este verano qué hay mejor que un amigo con piscina?
–Me hace mucha gracia porque seguro que no hay nada mejor, estos días de tanto calor. Puestos a pedir, alguna amiga o amigo con casita en el mar, y tener la posibilidad de escaparte, claro.
–¿De qué se desconfinará primero, de su pareja, del trabajo, de la mascota…?
–Del trabajo es imposible. Esta labor significa mucha implicación las 24 horas; mascota no tengo, pero es cierto que el confinamiento nos ha afectado, a muchos para mal, a otros hasta para bien. Un momento de parón no tiene por qué ser malo. He escuchado que muchas parejas se han roto, otras han tenido baches, pero si se superaran, las parejas salen reforzadas y han aumentado las uniones de hecho, es curioso. Por mi parte, no he dejado de trabajar durante el confinamiento de forma virtual, algo que he hecho muchos años de mi vida. Lo que peor he llevado es el hecho de no poder moverme, soy una persona muy activa y reconozco que me gusta salir y viajar.
–¿Ha realizado ya todos los planes que se le ocurrieron durante el confinamiento o ha dejado alguno para el verano?
–Me he desquitado de ver a los amigos y a la familia. Por lo demás, solo me queda ir unos días al mar, ya queda menos.
–Volver de la playa con la marca de la mascarilla en el moreno, ¿es sexy?
–Desde luego que sí, hay que respetar la norma y no hay nada más sexy que ponerse la mascarilla. Relajarse en el verano y en las vacaciones no significa relajarse con las normas.
–Para sus hijos o sobrinos querría un verano como el del año…
–Tengo la suerte de que mis hermanos han sabido transmitirles a mis sobrinas que el valor de disfrutar de la vida es también muy importante y le aseguro que lo hacen. Además, pienso que en este país sabemos mucho de ello.
–¿Y si nos quedamos aquí? ¿Qué nos recomienda hacer o descubrir en Palencia?
–Hay rincones deliciosos que descubrir, sus placitas con terrazas cuando cae el sol, que el calor está abrasando. Dejarse llevar hasta el monte, darse un baño y tomar algo en la Casa Pequeña y ver todo Palencia desde lo alto y conocer a sus gentes, además de saber disfrutar de la vida. También sabemos acoger.
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