«No nos sentimos perdedores; llevar 25 años en la música es ya un triunfo»
El grupo palentino conmemora sus cinco lustros de historia con una actuación este viernes en el Universonoro, que contará con El Chelista
Niños Perdidos pisó, por primera vez, un escenario el 16 de mayo de 2000, concretamente, el del antiguo Auditorio de Caja España de la capital ... natal de los tres fundadores de la banda palentina: Fidel Acebes (voz y guitarra), Ramiro Salazar (bajo) y José Manuel Merino (batería). Cinco lustros después y ese mismo día, este viernes, el grupo, que sacó a la luz seis discos y un EP, repasará su repertorio en un concierto acústico íntimo, a las nueve de la noche, en el bar Universonoro de Palencia para conmemorar sus bodas de plata. Un recital que contará con un invitado de excepción: Daniel Acebes, 'El Chelista', –hermano de Fidel (1976)–, quien está cosechando un clamoroso éxito en el panorama musical.
–¿Qué mensaje quieren transmitir con el concierto conmemorativo del 25 aniversario de Niños Perdidos?
–Nos hace ilusión celebrar los 25 años del grupo y poner en valor esa trayectoria, aunque, en los últimos años, esta ha sido más discontinua por los trabajos que cada uno de los tres desempeñamos y por temas familiares. Llevamos un cuarto de siglo y hemos sacado a la luz seis discos y un EP, es decir, muchas canciones, y no podíamos dejar pasar una fecha tan señalada.
–A pesar de haber publicado siete discos y de seguir tocando y componiendo temas, la música no logró convertirse en su modus vivendi.
–Así es. Nosotros empezamos en el año 2000, justo en el momento de la crisis de las compañías discográficas, de la piratería y de la emisión del programa 'Operación Triunfo'; todo ello provocó un gran cambio en la industria de la música. Estuvimos durante diez años llamando a puertas de distintas compañías para abrirnos camino en este mundo, pero no se nos abrió ninguna. Nadie apostó por nosotros a lo largo de esa década de búsqueda y, ya luego, decidimos continuar, pero en plan hobby y estamos muy contentos y orgullosos de ese recorrido.
«Siempre hemos tenido libertad absoluta a la hora de componer»
–Incluso, en 2008 la banda se trasladó a Madrid.
–Fuimos a Madrid porque Ramiro se fue a vivir allí y, entonces, José Manuel y yo decidimos irnos también con el fin de que algún promotor musical se fijara en nuestra música. Estuvimos un par de años en Madrid, donde ensayábamos y componíamos y llegamos a protagonizar numerosos conciertos, acompañados por un guitarrista y un batería madrileños, en salas importantes (Clamores, El Juglar, Contraclub, Búho Real, y Garibaldi, entre otras). Pero no disponíamos de la infraestructura necesaria para convocar a más de 300 espectadores; necesitábamos una ayuda externa que nunca llegó. Aunque la experiencia fue maravillosa porque en los lugares donde actuamos casi siempre llenábamos.
–¿En algún momento tuvieron la sensación de que podian tocar el cielo?
–Sí, tuvimos algún contacto que podría haber materializado nuestro sueño, pero nunca sabremos si hubiera sido mejor o peor porque, en aquella época, conocimos a algunos grupos que ficharon por compañías, pero estuvieron atados de pies y manos; incluso, sacaron un par de discos, aunque nunca triunfaron y ahí se quedaron. Nosotros, al fin y al cabo, siempre hemos tenido libertad absoluta para hacer lo que nos apetecía en cada momento.
–Aún así, mantienen el tipo y ahí siguen.
–Pues sí, ahí seguimos desde hace veinticinco años, que no es poco. Hemos tenido subidas y bajadas, pero, aún con todo eso, continuamos juntos en la música tres personas que somos ya como familia y 'arre, arre' o 'so, so', es decir, hay temporadas que tocamos y otras, no, pero mantenemos la relación y cuando nos subimos a un escenario, vamos a tope. Y eso es lo más bonito que extraigo de nuestra trayectoria, en la que, también, hemos hecho muchos amigos entre otros músicos y entre nuestros seguidores. Independientemente del trabajo al que cada uno de nosotros nos dedicamos, la música sigue siendo nuestra pasión y, en ocasiones, nuestra válvula de escape, un salvavidas al que nos aferramos.
«La música sigue siendo nuestra pasión y nuestra válvula de escape»
–¿En algún momento se han sentido perdedores?
–Para nada, que Niños Perdidos lleve en activo veinticinco años es ya un triunfo. Quizás, tengamos la espinita clavada de no haber mostrado nuestra música a un público mayoritario, pero nunca se sabe si hubiéramos alcanzado el éxito o no. Si lo hubiéramos conseguido, igual nos habríamos tirado los platos a la cabeza y ya no nos hablaríamos, ¿quién sabe? Los tres estamos muy orgullosos del camino recorrido porque seguimos disfrutando con lo que hacemos.
–Y siguen contando con el inestimable apoyo y colaboración de Daniel Acebes, 'El Chelista', cuya carrera no para de crecer.
–Mi hermano Dani, doce años menor que yo, ha colaborado con nosotros desde crío, incluso, con quince años, tocó el teclado y el chelo en la grabación de nuestro primer disco y, posteriormente, participó en cada uno de nuestros trabajos. Y, en los últimos años, ha sido un miembro más de la banda. Siempre ha tenido un enorme talento y se ha convertido en un 'musicazo' y en un referente; lo está petando. Y, por supuesto, nos acompañará en el concierto del Universonoro.
–Con lo aprendido y vivido hasta ahora, ¿si volvieran a crear el grupo, darían algún paso distinto?
–Ahora, con la experiencia y la edad, pienso que apostaríamos por el grupo al cien por cien desde el principio, pero, claro, nos pilló estudiando o empezando a trabajar y tan sólo dedicábamos a la música el cincuenta por ciento. Pero yo creo que ninguno nos arrepentimos de lo que ha ocurrido. Hemos compartido escenario con Los Ronaldos, Vargas Blues Band, Jesús Cifuentes (Celtas Cortos)…; hemos tocado en los 'sanantolines'…, y hemos tenido experiencias maravillosas que no todo el mundo puede vivir.
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