La ruptura del PP con Vox se escenifica en el pleno de Palencia

Y puede que así sea. Es más que probable, puesto que ya se había dado a conocer hace unos cuantos días que el proyecto de Ordenanzas Fiscales había sido pactado con únicamente con el PSOE, sin que hubiera consenso con Vox y con Ganemos.

Pero el tono... El tono es otra cosa, y el tono de ayer de Sonia Lalanda no era el de otras ocasiones, como tampoco lo fueron sus palabras. Mucho más ácidas y con un resentimiento que no dejaba lugar a dudas de que la sensación de ruptura que se había vivido por la mañana en el Congreso de los Diputados se estaba viviendo también en el pleno del Ayuntamiento de Palencia. Ahora solo queda ver si este grave desencuentro se va desinflando con el paso del tiempo o el enfado perdura y el equilibrio de fuerzas que hasta ahora ha sustentado al equipo de gobierno del PP y Ciudadanos se ve deteriorado, puesto que el voto de Vox suele ser determinante en la mayor parte de las decisiones que se adoptan en el Ayuntamiento.

Dinero para 'chiringuitos'

«Son ustedes unos irresponsables. Se creen que esto es jauja», criticaba con acidez la concejala de Vox al equipo de gobierno, al que reprochaba desconocer cuál es la situación económica real de las familias palentinas. «Se han unido todos ustedes para mantener el nivel actual de gasto del Ayuntamiento, para seguir dando subvenciones y mantener 'chiringuitos'», recalcó Sonia Lalanda, quien terminó definiendo al acuerdo alcanzado entre el PP, Ciudadanos y el PSOE para aprobar las Ordenanzas Fiscales como un nuevo «tripartito». La edil de la formación derechistas terminó resumiendo el pleno en lo que ella llamó un titular: «Vox propone reducir la presión fiscal en Palencia y se queda solo».

Las respuestas a Sonia Lalanda le llegaron desde diferentes ámbitos: de forma técnica por parte del concejal de Hacienda, Luis Miguel Cárcel, quien insistió en que no se podía negociar con los partidos que planteaban propuestas de máximos inamovibles, pero también desde Ciudadanos, cuyo portavoz Urbano Revilla, que insistió también en que no había sido posible pactar propuesta alguna con Vox; o desde el PSOE, cuyo responsable de asuntos económicos, Carlos Hernández, adoptó un tono mucho más irónico.

«Hoy es un gran día para España. La extrema derecha se encuentra sola», señaló el edil socialista tanto en referencia a la situación del Congreso de los Diputados como a la propia votación del pleno municipal, puesto que incluso Ganemos, también muy crítico con la propuesta del equipo de gobierno, dio el sí a algunas de las tarifas y precios públicos fijados para el próximo año.

En este sentido, Sonia Ordóñez, la única edil de Ganemos, censuró que desde el equipo de gobierno no se haya intentando pactar ninguna propuesta con su grupo e insistió en que algunas de las medidas pactadas con el PSOE también figuraban en su documento. La concejala izquierdista no dudó también en criticar el funcionamiento de servicios como la recogida de basura, el transporte urbano o las escuelas infantiles, para los que pidió la municipalización.

Por su parte, el concejal de Hacienda insistió en que se trata de una propuesta de ordenanzas que permitirá al Ayuntamiento ofrecer servicios públicos de calidad, manteniendo a la ciudad como una de las de más baja fiscalidad.