Palencia
Una mente más que brillanteEl alumno del Instituto Alonso Berruguete Javier Puebla, que ha conseguido el Premio Extraordinario de Bachillerato, sueña ya con comenzar el doble grado de Matemáticas e Ingeniería Informática
Con apenas 18 años, Javier Puebla Villaescusa se ha convertido en uno de los grandes orgullos del IES Alonso Berruguete de Palencia. Su nombre suena ... ya entre los estudiantes más brillantes de la provincia gracias a un expediente impecable, a la conquista del Premio Extraordinario de Bachillerato 2024/2025 y a una nota de 13,805 en la reciente PAU 2025, que le abrirá la puerta al futuro con el que siempre soñó.
«Siempre he querido estudiar estas dos disciplinas. Han sido mis dos grandes pasiones desde hace años y tenía claro que mi objetivo era entrar en el doble grado de Ingeniería Informática y Matemáticas», confiesa con la madurez de quien ha planificado su camino desde muy joven. A partir de septiembre, Javier iniciará en Valladolid esta exigente carrera, una combinación reservada para los mejores expedientes.
Su amor por las ciencias viene de lejos. Aunque reconoce que las letras también le atraen, pronto descubrió que los números y la tecnología eran lo suyo. «Siempre he sido más de ciencias. Las matemáticas y la informática me apasionan y es lo que mejor se me da», asegura. No lo dice cualquiera, Javier Puebla acumula un palmarés de concursos que deja sin palabras. Fue Premio Extraordinario de la ESO, medalla de oro en la Olimpiada Matemática de 4º de la ESO, medalla de oro en la Olimpiada de Química y plata en la de Física en 2º de Bachillerato.
Este curso ha sido duro, admite. «Segundo de Bachillerato ha sido complicado porque hay mucha materia que estudiar. Ha sido un poco duro», explica. Sin embargo, su esfuerzo y organización le permitieron mantener siempre el foco. «He trabajado muy duro para conseguir la nota que necesitaba y, al final, tanto durante el curso como en la PAU, he logrado una buena calificación».
Sobre la prueba de acceso a la universidad, Javier la preparó con rigor absoluto. «Mi preparación fue exhaustiva, tuve que dominar todos los contenidos. Practiqué con exámenes de otros años para afianzar todo al máximo y llegar con seguridad al examen», detalla. A pesar de la presión y el peso que supone un examen decisivo, el joven palentino encontró la manera de mantener la calma. «Intenté tomármelo como un examen más y eso me ayudó a tranquilizarme», explica.
Con la vista puesta en el futuro, el estudiante palentino mantiene la ilusión de poder desarrollar su carrera profesional en Palencia, aunque tiene claro que el mundo es grande y que las oportunidades podrían llevarle lejos. «Tengo la mente abierta a salir de Palencia en el futuro. Si puedo quedarme aquí sería ideal, pero quizá tenga que ir a otras ciudades más grandes como Valladolid, Madrid o Barcelona. De momento estoy abierto a cualquier opción», concluye.
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