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Bambi come galletas en la casa de su dueño, en plena montaña palentina. El Norte

'Fueron felices y comieron galletas', así acaba el cuento de Bambi en Palencia

Este ciervo, que perdió a su madre y fue alimentado a biberón en la Montaña Palentina, demuestra en este vídeo que es capaz de cualquier cosa por desayunar su comida favorita

Marco Alonso

Palencia

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Domingo, 4 de febrero 2018

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El protagonista de esta historia no tiene un nombre demasiado original para ser un cérvido, y es que llamarse Bambi cuando uno es un ciervo puede ser un poco previsible. También es predecible lo que le sucedió cuando solo era un bebé, que parece escrito por el mismísimo Walt Disney. En junio del año pasado, los perros del pastor de Nogales de Pisuerga encontraron un cervatillo solo y asustado que corría riesgo de morir de inanición ante la falta de su sustento natural: leche materna. El pastor pensó que la mejor forma de salvar la vida a este pequeño mamífero era hablar con Fran Cubillas, un vecino de Vallespinoso de Cervera que pretende abrir una granja escuela en un par de años. Cubillas cuenta con una gran cantidad de animales en su casa de la Montaña Palentina, y el pastor le entregó el ciervo para que lo alimentara a biberón mientras solicitaba los permisos para tener este animal salvaje en casa. La Junta de Castilla y León otorgó la licencia y, hasta aquí, este relato parece sacado de la serie de clásicos animados de Walt Disney.

Bambi ha ido creciendo y aprendiendo en la futura granja escuela y lo único previsible que tiene ahora es el nombre. En esta historia no está a su lado el conejo Tambor, pero, como contrapartida, tiene como compañeros a infinidad de animales de la futura granja escuela de Vallespinoso de Cervera, como la cacatúa Kika, que se ha hecho famosa gracias a su estilosa manera de bailar la canción 'Despacito'.

Tener animales que se comportan como humanos parece el sello de la futura granja escuela de Fran Cubillas, y es que Bambi ha desarrollado en los últimos días una extraña habilidad que le convierte en un ciervo único en el mundo: se sabe preparar el desayuno. Tal y como se puede ver en el vídeo de la parte superior de esta información, el joven cérvido es capaz de abrir el pestillo de la despensa de su dueño, sacar su comida favorita -las Campurrianas de Cuétara- y desayunar tranquilamente para, poco después, saciar la sed que le han producido las galletas echando un trago de agua directamente del dispensador que tiene su dueño en casa. «Yo no he enseñado nada a los animales -ni a la cacatúa ni al ciervo-. Han aprendido ellos solos», reitera Cubillas para dejar bien claro que detrás de estos comportamientos no hay ningún proceso de aprendizaje.

Entre la cacatúa que 'perrea' y el ciervo que se hace el desayuno, la casa de de Fran Cubillas es todo un zoo de animales fantásticos que ya quisiera para sí la mismísima J. K. Rowling, y es que de esa vivienda, con varias hectáreas de jardín, puede salir material para escribir varios libros. Está claro que la vida de Bambi -la del cervatillo de Disney y la de este de la Montaña Palentina- empezó muy mal, pero al final tiene un final feliz, aunque parece que este ciervo no va a comer perdices, por muy feliz que sea. Lo suyo son las galletas.

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