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Óscar García Llorente, con los escolares de Primaria. Antonio Quintero

El colegio Pan y Guindas de Palencia crece en armonía

La biblioteca se ha conformado con el trabajo de todos y refuerza el gusto por la lectura

j. olano

Palencia

Lunes, 30 de octubre 2017, 17:06

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Está siempre abierto. No necesita jornadas de puertas abiertas para ofrecerse como una casa a todos sus alumnos, a sus familias, al barrio en el que está ubicado y a todos quienes quieran convertirse en sus futuros alumnos. Porque el colegio Pan y Guindas se jacta de que trabaja en un ambiente tranquilo, de que atiende a la diversidad, y de que favorece los aprendizajes útiles y prácticos.

El colegio Pan y Guindas comenzó a funcionar en el curso 1985-1986 y desde un principio trabajó en la integración de alumnos con problemas, lo que se ha convertido con los años en una especialidad, de la que su actual director, Roberto Casares, se muestra muy orgulloso, ya que la convivencia entre todos los alumnos, de integración o no, es total. El trabajo del equipo directivo, del claustro de profesores, del personal especializado de apoyo y la implicación de las familias han sido las claves de este éxito. Y es que el Pan y Guindas fue el primer colegio de Palencia que apostó por la integración de personas con algún tipo de problemas, y fue pionero en este sentido. Además de los maestros, el centro cuenta con fisioterapeuta, cuidadora (ATE), maestros de Pedagogía Terapéutica, Educación Especial y Logopedia.

El centro tiene también un premio de la Junta de Castilla y León para un programa de mejora de la calidad de la enseñanza que imparte. El galardón de la Administración regional vino ya a reconocer los esfuerzos realizados por el centro por abrir sus puertas al barrio, por estrechar las relaciones con los padres y con los vecinos, por mejorar su imagen, por tratar de aumentar la cifra de matriculados y como ejemplo de integración de alumnos de minorías étnicas. El programa fue puesto en marcha en 2002 con una duración de cuatro años, pero la filosofía de ese trabajo no ha cambiado.

Hoy, uno de los muchos ejemplos físicos de ese trabajo ya consolidado son espacios del colegio como el rincón de la igualdad. La biblioteca también la expresión del trabajo bien hecho por parte de profesores y alumnos. Porque en el objetivo de reforzar las competencias lingüísticas y matemáticas de los alumnos se enmarca la biblioteca del colegio Pan y Guindas.

El pirata Pam y el loro Guinda son los personajes que dirigen las actividades de los niños, entre los que se van rotando los turnos de encargados de la biblioteca, que ha reforzado el gusto por la lectura de todos los alumnos, que van recogiendo en el cuaderno de bitácora todos sus progresos. Yno en vano en el barco pirata navegan comandantes, almirantes, capitanes y otros lectores de diferentes rangos en función del número de lecturas que recuenten en su haber.

El centro, que cuenta ya con pìzarras digitales en todas las aulas, ha puesto también en marcha un novedoso proyecto de aprendizaje cooperativo, para el que los profesores han recibido formación específica desde la Dirección Provincial de Educación.

Además, el colegio ha sido galardonado con una mención dentro de las experiencias de calidad de los planes de mejora. ‘Crecemos en armonía’ es el título de ese proyecto, basado en el respeto, la ayuda, el esfuerzo y la cortesía como claves de mejora como personas y para que reporte también en el aprendizaje. «Trabajamos en un clima de convivencia, pionero de ilusiones, y conservando el espíritu solidario que nos caracteriza», afirma el director, Roberto Casares, con el recuerdo reciente del curso pasado, cuando algunos alumnos protagonizaron en junio una sesión en el Congreso de los Diputados, organizada por Aldeas Infantiles, para llevar sus propuestas para acabar de una vez con el acoso escolar.

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