Más que un centro de enseñanza
El CIFP Camino de La Miranda acoge a 588 de los 3.125 alumnos que estudian ciclos de Formación Profesional en la provincia
Inés macho
Palencia
Martes, 24 de septiembre 2019, 13:25
La vuelta a las aulas dura todo lo que dura septiembre, y aunque la mayoría de los estudiantes palentinos ya se han incorporado a las clases hace algunas semanas, todavía ayer lo hicieron 5.241 alumnos de Bachillerato a distancia, Enseñanza Secundaria para Adultos a Distancia, o ciclos de Formación Profesional Básica, Grado Medio y del segundo año de Grado Superior. Y aún quedan por comenzar, el 30 de septiembre, las enseñanzas de Música, Idiomas, Artísticas Superiores y el Grado Medio y Superior de Artes Plásticas y Diseño.
Esta variedad de la oferta educativa demuestra que las posibilidades para los estudiantes van mucho más allá del Bachillerato ordinario y la formación universitaria, aunque a veces se señalen como las únicas vías válidas de acceso al mercado laboral. La Formación Profesional, que en la capital es impartida en diez centros, como el Virgen de la Calle, el Victorio Macho, el Trinidad Arroyo o el Camino de la Miranda, es una de las preparaciones que más salida profesional tiene, gracias a la especialización y la importancia del componente práctico de los cursos.
En la provincia, son 3.125 los alumnos matriculados en alguno de los ciclos de Formación Profesional, 588 de los cuales están en el Centro Público Integrado de Camino de la Miranda. Un centro que, hasta 2006, fue un Instituto de Enseñanza Secundaria y que a partir de ese año se especializó en la FP. Actualmente, es el único centro específico de Formación en la provincia. En él, un equipo de 49 profesores dirige los trece ciclos del programa, de los cuales cuatro son de Grado Medio, siete de Grado Superior, y dos de formación de Formación Profesional Básica.
5.241 estudiantes de grados formativos, y enseñanzas de adultos y a distancia regresaron ayer a las aulas
Además, el centro imparte otros cursos como los del Ecyl para desempleados, los de acreditación profesional, o los de empresas, que utilizan las instalaciones en jornadas de formación para sus empleados. En contrapartida, los profesores del Camino de la Miranda pueden seguir gratuitamente estas jornadas que les ayudan, según explica el director, Ramón Polanco, «a estar siempre actualizados, algo esencial en la Formación Profesional».
En esta línea de modernización constante, el centro ha integrado, este año, clases de impresión 3-D en el ciclo de Prótesis Dentales que para el próximo año plantea introducir, también, en el de Audiología Protésica. «Se trata de poder ofrecer a los alumnos una preparación que no se quede obsoleta enseguida y que será la que se les exigirá en este mercado laboral tan cambiante», explica Polanco.
De los ciclos, el que tiene un mayor índice de inserción laboral es el de Audiología Protésica, que es el único que existe en Castilla y León dentro de la red de enseñanza pública. «El 100% de la anterior promoción encontró trabajo al terminar Audiología. Otros grados, sobre todo los de Informática y Programación también tienen muchísimas salidas, y esto se nota en la demanda, en el ciclo de Sistemas Microinformáticos y Redes este año hemos tenido que dejar fuera a muchos alumnos», asegura el director.
Las edades de los alumnos son muy variadas, ya que tienen desde 15 años, cuando ya pueden acceder a la FP básica, hasta más de 40. Esta heterogeneidad no se refleja tanto en la proporción entre el número de hombres y mujeres, muy desequilibrada en función de los ciclos: todos aquellos relacionados con la mecánica y la automoción apenas cuentan con presencia femenina, algo que se invierte en aquellos ligados a los cuidados sanitarios.
Modificar esta tendencia arraigada es uno de los retos del CIFP de Miranda, un centro que, según su director «es un espacio de enseñanza, no solo educativo, ya que los alumnos se preparan para hablar en público o de cara a entrevistas de trabajo, es decir, para el mundo profesional«. El director reconoce que la Formación Profesional sigue teniendo un »cierto estigma« y destaca la importancia de estas alternativas educativas, que »son serias y muy válidas« y que, en el caso del PF Básico «ayudan a motivar a aquellos alumnos que creían que quizá ya no podrían engancharse al sistema educativo».