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La Asociación de Vecinos Casco Viejo de Villamuriel de Cerrato organizó el sábado su tradicional Fiesta de la Matanza del Cerdo con un animado programa ... festivo. Los actos comenzaron a primera hora con la degustación de pastas, mistela, orujos y manchados. Alrededor de veinticinco kilos de pastas y unos cincuenta litros de orujos sirvieron para combatir el frío de las primeras horas de la mañana, en una jornada que congregó a numerosos vecinos y visitantes, que se acercaron a la localidad cerrateña para disfrutar de la gastronomía palentina, la cultura y el arte de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor.
Una fiesta popular que comenzó con el ritual del chamuscado tradicional, limpieza y destazado del cerdo, actos que contaron con numeroso público. Debido a la normativa vigente, únicamente realizaron en público estos ritos, que fueron seguidos con detalle por los más pequeños de la localidad, que aprovecharon para realizar algunas preguntas a los voluntarios de la matanza. La fiesta se llevó a cabo en los entornos de la iglesia de Santa María la Mayor animados por la música tradicional de la tierra interpretada por la Asociación Cultural 'El Cabás'. «Estamos muy satisfechos con la elevada afluencia de vecinos a la Fiesta de la Matanza, que han agotado todas las raciones de jijas y chichurro. A pesar del frío y el viento, los villamurielenses han salido a la calle para disfrutar de nuestras tradiciones, lo que nos anima a seguir promoviendo este tipo de fiestas populares tan arraigadas en nuestros pueblos. La colaboración de vecinos, de las distintas asociaciones y del Ayuntamiento han sido extraordinarias», destacaron desde la Asociación de Vecinos Casco Viejo de Villamuriel de Cerrato, que aglutina a más de medio centenar de socios.
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Durante la Fiesta de la Matanza de este pueblo de Palencia, la organización repartió alrededor de seiscientas raciones de chichurro y jijas, regadas del buen vino y pan de la tierra, que hicieron las delicias de todos asistentes. Durante el viernes por la tarde y en la mañana del sábado, alrededor de medio centenar de vecinos colaboraron activamente en el cocinado de las viandas, que fueron degustadas por todos los asistentes. Los voluntarios lucieron unos vistosos delantales verdes, color identificativo del colectivo y otros negros con el nombre de Villamuriel en verde. Un total de 200 litros de chichurro y 150 kilos de jijas fueron degustados por los vecinos, además de decenas de barras de pan. La jornada finalizó con el sorteo del cerdo entre los asistentes. Al igual que en ediciones anteriores, el cerdo se dividió en cuatro cuartos para el sorteo.
La Fiesta de la Matanza nació hace veinte años por iniciativa de la Asociación de Vecinos Casco Viejo y, en esta edición, ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Villamuriel, la Parroquia, el grupo A Ninguna Parte Teatro, el grupo de danzas Aldaba y la asociación cultural El Cabás. Desde la organización, insisten en la importancia de aunar esfuerzos por mantener estas tradiciones que animan el invierno y ayudan a dinamizar la localidad. La cita festiva contó también con la música tradicional a cargo de la asociación cultural El Cabás, que puso sus mejores melodías para animar la fiesta popular de la matanza. Un acto que contó con las danzas de la tierra protagonizadas por el grupo Aldaba, que dieron vistosidad a la jornada festiva. Como novedad, la jornada contó con un taller de cerámica a cargo del ceramista villamurielense Daniel Calvo, que suscitó especial interés entre el púbico y que permitió conocer estos oficios tradicionales.
«Estos actos congregan a mucha gente y ayudan a mantener las tradiciones de nuestro pueblo. Desde el Ayuntamiento, agradecemos el esfuerzo realizado por la Asociación de Vecinos Casco Viejo que, año tras año, organiza con esmero la Fiesta de la Matanza, así como a las numerosas personas y colectivos que se implican en su desarrollo. Es un acto ya tradicional en nuestro pueblo que cada año congrega a más público. En esta ocasión, hemos contado también con la música y las danzas de la tierra, haciendo que la fiesta sea más vistosa cada año. Una fiesta popular que ha contado con un taller de cerámica tradicional a cargo de Daniel Calvo, que nos permite mostrar la importancia de mantener estos oficios tradicionales», destacó Roberto Martín, alcalde de Villamuriel.
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