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El director de ID Forest, Jaime Olaizola, y la directora de ECM ingeniería ambiental, Beatriz de la Parra, juntos en la sede del centro.

Se admiten ideas micológicas

La empresa IDForest ultima la apertura de una infraestructura en la que dar cabida a todas las iniciativas empresariales en torno a los hongos

CONCHI VICENTE-ICAL

Domingo, 17 de enero 2016, 21:47

Cinco años después de su creación, la empresa palentina de biotecnología forestal aplicada IDForest está a punto de abrir las puertas de un centro especializado que albergará y apoyará a investigadores y emprendedores que quieran convertir su idea en negocio, para así facilitar dar vida a proyectos innovadores al mismo tiempo que servir de atracción a talentos. «Palencia es un foco clave a nivel internacional en el mundo de la micología. Aquí hay una masa crítica de personas, empresas e investigadores que hace que éste sea el mejor lugar para iniciar este tipo de negocio», asegura Jaime Olaizola, ingeniero de Montes y director gerente de ID Forest, que recuerda la prestigiosa Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid (UVA), ubicada en el campus palentino, y las numerosas publicaciones e investigaciones que se llevan a cabo en las instalaciones universitarias de La Yutera.

Levantado en un edificio del polígono industrial de San Antolín de Palencia, el centro especializado de biotecnología forestal dispone de 180 metros cuadrados repartidos en tres plantas. En la superior, explica Olaizola, se creará un coworking biotecnológico dotado con laboratorios que permitan a investigadores avanzar en sus ideas y convertirlas en propuestas empresariales a partir de proyectos individuales al mismo tiempo que crear sinergias.

Dotado de la tecnología más avanzada que se pondrá a disposición de los investigadores, incluirá, entre otras equipaciones, una cámara de flujo o una máquina para análisis genético. Este coworking podrá albergar hasta ocho investigadores con proyectos relacionados con la biotecnología o la industria agroalimentaria vinculadas a la innovación.

«Nosotros les queremos ayudar. Aquí podrán utilizar el laboratorio para desarrollar una investigación inicial porque hay muchos investigadores con grandes conocimientos que les falta la última parte de transformarlo en un negocio por no disponer de un espacio donde hacerlo o no tener recursos económicos», apunta Olaizola.

Por un alquiler mensual que rondará entre los 100 y 150 euros, el responsable de la empresa promotora del centro avanza que ya hay varios investigadores interesados en formar parte del coworking.

Pero además del uso de las instalaciones, formar parte de esta iniciativa podría suponer, añade Olaizola, la participación de IDForest en el proyecto. «Apoyaremos las ideas buenas y podremos, incluso, participar en el negocio», avanza.

Las otras dos plantas del centro, que una vez concluidas las obras está siendo equipado para empezar a funcionar en las próximas semanas, estarán ocupadas por empresas. Allí, trasladará IDForest su sede, hasta ahora en Venta de Baños, así como ECM Ingeniería Ambiental, dedicada a la innovación y el desarrollo, y el centro de trabajo de TrufBox, de venta de trufas negras online y que estudiará las condiciones más adecuadas para conservar este apreciado fruto y mantener su aroma.

«En el ámbito de la micología y la ingeniería forestal está todo por descubrir», afirma Olaizola que reconoce las enormes posibilidades de investigación y negocio que ofrecen los hongos. Dice que si IDForest ha sido capaz de desarrollar nuevas líneas, introducirse en el mercado internacional con sus productos y participar en otras empresas del mismo ámbito, otros investigadores pueden hacerlo y para ello la compañía palentina les tiende la mano.

IDForest nació hace cinco años de la mano de Jaime Olaizola, formado como investigador en el campus de Palencia. En la actualidad cuenta con tres empleados aunque en febrero incrementará su plantilla en dos personas más, una de ellas un investigador que ahora trabaja en Suiza «un talento que hemos conseguido recuperar», apostilla y otra experta en análisis de semillas y patologías.

Entre sus logros, la empresa de biotecnología forestal aplicada ha conseguido hacer de la trufa un cultivo agrícola al uso y se encuentra inmersa en plena investigación para lograrlo también con el también aprecidado boletus.

Otros productos que ofrece son el cultivo de setas y el control biológico de abonado natural con hongos y bacterías. Además, ofrece servicios de identificación y control de plagas y enfermedades tanto en el ámbito de la jardinería como en el forestal y de vivero, mapas de producción de hongos silvestres comestibles que realiza en colaboración con ECM Ingenería Ambiental, así como la identificación genética de hongos por medio de la secuenciación de una región definida de su ADN.

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