Ethan, el palentino
«Le costó llorar, pero, cuando lo hizo, sus gritos rompieron la noche en una provincia cada vez menos acostumbrada al llanto de un recién nacido»
Ethan tenía tantas ganas de conocer mundo que decidió que bien podía adelantar su llegada unas semanas. Lo hizo con tanto ímpetu, que ni siquiera ... esperó a encontrarse en una sala esterilizada y decidió que un coche era un sitio tan bueno como cualquier otro para nacer. Y tiene tanta fuerza que, para demostrarlo, no tuvo reparos en salir de nalgas.
Ethan es palentino de Colombia, de allí llegó, sin saberlo, junto a sus padres y hermanos hace cosa de un mes. Lo hicieron como turistas, pero él ha dejado clara su intención de quedarse. En su nacimiento hicieron de matronas dos policías locales, varios viandantes, que estaban de fiesta el sábado a eso de las cuatro y media de la mañana, y un paramédico, llegado del mismo continente que sus padres. A Ethan le costó llorar, pero, cuando lo hizo, sus gritos rompieron la noche en una provincia cada vez menos acostumbrada al llanto de un recién nacido.
Uno de cada tres niños nacidos en España es, como él, hijo de extranjeros, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. El Observatorio Demográfico de la Universidad CEU San Pablo determina que los factores culturales, más que los económicos, están detrás de unas cifras de natalidad que parecen ser inversamente proporcionales al poder adquisitivo. Y aunque Castilla y León ha sido la única comunidad en la que aumentaron los nacimientos el año pasado, la cifra sigue siendo insuficiente. Porque a esta tierra algunos llegan, pero muchos se han ido y se siguen yendo. Sólo en Madrid hay casi más castellanos y leoneses viviendo que en la provincia de Valladolid. Y complicado será que vuelvan. Ethan es palentino de Colombia y, ojalá, sus hijos también lo sean.
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