Sindicatos obsoletos
LA AVENTURA HUMANA ·
«En realidad, muchos trabajadores solo acuden al sindicato que aplica 'minuta barata' cuando los despiden; para qué engañarnos»Es un hecho que el sindicalismo en España lleva décadas instalado en el descrédito, por méritos propios; otra cosa es que sean más necesarios que ... nunca y no se hayan adaptado a los desafíos actuales. El domingo promovieron una marcha contra Vox y su involucionismo, que mantiene a Mañueco como jefe del entramado regional. Él ha desmontado, de forma vicaria, la concordia social que aquilató Juan Vicente Herrera, cuya estela crece por decantación.
Aun siendo necesario, el sindicalismo tiene que pasar por la consulta del psicoanalista. El movimiento emergió con fuerza desde el comienzo de nuestra I Transición, muy útil en aquella semilla democrática. Pero eso de los «sindicatos de clase» (como se los denominó) es hoy infecundo. Un sindicato con un par debe ser, en primer lugar, una organización gremial. La infestación política de las dos centrales hegemónicas de ámbito nacional provoca escepticismo en mucha gente que no es precisamente de izquierdas, como estos entes, descartando la afiliación.
Por ser gráfico: en 2007 el multicolor sindicato de guionistas de California puso contra las cuerdas a la industria hollywoodiense durante cien días. Incluso en el siglo XIX, los de tipógrafos, sastres o carpinteros se rebelaron en serio en EE UU y Canadá. Por eso es necesario liquidar el enquistamiento 'faustinotempranista'. No sirve para plantar cara a esclavistas como Musk, Bezos y el cartel de negreros que aún campan por la España de Vox. Pero para eso es imprescindible la implicación del currante, y no atisbo esa posibilidad en ninguna parte. Es la cultura de «que solucione mis problemas otra gente». En realidad, muchos trabajadores solo acuden al sindicato que aplica 'minuta barata' cuando los despiden; para qué engañarnos.
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