Si Trump vuelve a gobernarnos
Que ese tipo pudiera salir airoso podría alentar a otros a cuestionar un sistema de gobierno que ha regado de prosperidad y estabilidad a una parte significativa del mundo
Estados Unidos está en estado de 'shock'. La gente decente de aquel país se muestra literalmente aterrada por la alta probabilidad de que Donald Trump ... pudiera reinstalarse en la Casa Blanca, con todo lo que esto significa; y no solo para ellos. Las instituciones del Estado están empleándose a fondo, estirando la ley y tratando de comprimir el tiempo cual agujero de gusano espacial e impedir que el ex mandatario demuela la democracia estadounidense tal como la conocemos.
Los padres fundadores de la nación y sus fideicomisarios ulteriores no previeron la situación que se da hoy. La Constitución ha sido sometida a veintisiete enmiendas desde su redacción, pero ninguna contempla la incapacitación del presidente en causas graves como las que atraviesa el magnate.
De hecho, podría ser encarcelado por atentar contra la estabilidad del sistema, ser elegido presidente y autoindultarse. (Napoleón se coronó a sí mismo dándole la espalda a Pío VII en la ceremonia).
¿Absurdo? Claro. ¿Que no hay ni tiempo ni consenso para evitarlo? También. Tampoco existe la mayoría necesaria para erradicar esta prerrogativa tan estrafalaria, que requiere de la aprobación de mayorías camerales que no se dan en la actualidad.
Pero lo que pudiera suceder en el caso 'Trump vs Estados Unidos' debería concernir al resto de las democracias. El eco de que ese tipo pudiera salir airoso de sus múltiples enjuiciamientos podría alentar a otros a cuestionar un sistema de gobierno que ha regado de prosperidad y estabilidad a una parte significativa del mundo, como ya está sucediendo en Europa. A todo ello, hay que sumar el regreso a prácticas proteccionistas que, entre otras cosas, podría lastrar nuestras exportaciones mediante aranceles insoportables ('America first!'). Trump representa todo eso y lo peor.
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