Jai, chacho, dame la Moncloa
«Feijóo yerra el tiro sin sus anteojos pidiendo al independentismo al que denostó que lo convierta en presidente del gobierno»
Desde que Feijóo aparcara las gafas, se muestra más perdido que cuando trataba de esconder tras ellas su legendario aturdimiento. Las lentes pueden servir como ... coraza tras las que parece que mitigas la inconsistencia de la reflexión. O como muleta que masajeas cuando armas un discurso vacuo que parecen no comprar ni los tuyos. Incluso hay quien las lleva sin graduar porque le confieren un aire intelectualoide.
El presidente del PP no acaba de graduarse en España. Ha probado un enfoque tras otro, pero no ha encontrado al oftalmólogo adecuado. Hace tiempo, tan solo cabreaba a los miembros de su partido; hasta hace pocos días, también a sus correligionarios europeos. El famélico aspirante a estadista y sus pitbulls ladran a los trenes mientras pasan ante sus ojos, incluso dejando por los suelos la imagen del país del que se creen dueños. Precisamente ahora, cuando la UE debe rearmarse sin dilación en todos los sentidos ante desafíos colosales.
Un partido autoproclamado «de Estado» debe aspirar a algo más que enfangar Valencia y al resto de España, que ya están saturadas, usando de nuevo a los muertos. Es inútil armar un 'totum revolutum' buscando pescar en aguas tan revueltas, con especulaciones, falsedades e 'influencers' basura afines.
Pedro Sánchez caerá si existen pruebas, y será entonces cuando el pueblo le coloque en el lugar que le corresponda. Por eso Feijóo yerra el tiro sin sus anteojos pidiendo al independentismo al que denostó que lo convierta en presidente del gobierno. Lo intentó meses atrás tonteando absurdamente con Puigdemont y la derecha vasca. Y hoy vuelve a arrastrarse mendigando en idéntico páramo (invitándolos al suicidio, para el asombro de todo dios). Cuando hace días les demandó lo mismo, Feijóo se perdió en el mercadillo. Definitivamente.
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