Después de los incendios
«Un gran acuerdo de Comunidad, suscrito por todos los partidos políticos, sería la mejor noticia posible»
A principios de agosto recordaba en esta tribuna los incendios californianos. Tras los devastadores daños a comienzos de 2025, se plantearon allí medidas dignas ... de análisis para afrontar una recuperación muy costosa en el menor tiempo posible. Para ello, el Gobernador demócrata del Estado impulsó excepciones a las leyes ambientales. También se analizaron en profundidad las indemnizaciones, tanto las de seguros privados como las presupuestarias (ayudas públicas).
¿Planteará alguien iniciativas similares en Castilla y León? Sin dejar de tirarse los trastos a la cabeza, nuestros políticos volverán a las Cortes con la tarea pendiente de un proyecto de Ley sobre prevención de incendios. Dedicar una jornada a repasar la «huella normativa» de este texto da mucha pena. Ninguno de los informes institucionales demuestra especial capacidad de anticipación a la catástrofe. Tampoco se encuentran en el sitio de gobierno abierto de la Junta sugerencias o ideas que pudieran prevenir los terribles fuegos. Se trata de un expediente plano, neutro e insulso, como tantos otros del parlamento castellano y leonés.
Ahora todos dirán que se veía venir, pero en junio y julio su foco estaba sobre la tele regional, el dinero en subvenciones a los medios y otros asuntos prioritarios para los partidos. Nadie advertía el peligro real, lo que sufrimos ahora, porque las apariencias no les dejaban tiempo para ocuparse de los verdaderos riesgos. Si quisieran demostrar su solidaridad con la ciudadanía, no estaría mal que cedieran parte de sus ingresos a los municipios más afectados. Seguro que alcaldes y alcaldesas lo gestionarán mejor (aunque sólo sea el dinero de las dietas o el presupuesto de los grupos parlamentarios para gastos de representación; no sé, algo).
Dotar de más medios preventivos a los ayuntamientos es una conclusión que se encuentra en la literatura (me permito citar un trabajo de mi autoría publicado en la Revista de Derecho ambiental en 2023, 'Derecho al medio ambiente, cambio climático y prevención de incendios. El papel de los gobiernos locales'). Tras repasar las normativas estatales y autonómicas, Castilla y León incluida, se queda uno con la sensación de que la gente de los pueblos no tiene nada que decir, aunque ellos sean los peor parados.
Indicaciones interesantes se leen en los documentos de la Unión Europea sobre incendios, aunque ya hace dos años vengo criticando la falta de conexión entre las leyes sobre cambio climático y el fuego. Todo el énfasis de este asunto se ha puesto en recuperar la naturaleza, olvidando que la proximidad de bosques a núcleos de población (interfaz forestal-urbano) requiere constante vigilancia, tala y quema preventiva de matorral, cosas que toda la vida se hicieron en Castilla (también en León, sin entrar a discutir sobre las comarcas que englobe este topónimo).
Un gran acuerdo de Comunidad, suscrito por todos los partidos políticos, sería la mejor noticia posible. Si PSOE, Vox y Podemos ya votaron juntos para aprobar una Ley de la tele, la suma de la unanimidad bien se justificaría en el caso de la lucha contra el fuego. Esto supondría una lección reconfortante, pero quizás sea el sueño de una noche de verano.
El Primer ministro de Australia, tras otros terribles incendios, dijo que «podría haber actuado mejor», y pidió disculpas por los fallos cometidos. Es un ejemplo de sinceridad humilde. No viene mal. También se agradecen los mensajes constantes de agradecimiento a las personas que se juegan la vida en los dispositivos, poniendo todos los recursos posibles a su disposición.
Y los líderes de las siglas que aspiran a gobernar, aporten por favor ideas constructivas. Pongan sobre la mesa textos legales alternativos, modelos de gestión verosímiles y eficientes. Estudien lo que se hace en otros países donde el problema es tan grave o mayor (Australia, Canadá, Estados Unidos, Portugal incluso). Demuestren que están ahí para atender las necesidades de la gente, no solo con el propósito de ocupar despachos oficiales.
Dejo para el final el capítulo de educación, porque este asunto debería añadirse a los temas de estudio en el excelente sistema educativo regional. Los escolares deben estar preparados para protegerse en el futuro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión