Hormonas
Algo que decir ·
«Algunas broncas municipales tienen poco que ver con los vecinos»Estoy convencido de que la proximidad de las elecciones generales influye sobremanera en las actitudes de los políticos de cualquier color, aunque no formen parte ... de ninguna lista. Es lo que manda este tiempo que a unos les parecerá convulso y a otros tremendamente aburrido, porque las propuestas son irrelevantes y los discursos se han convertido en 'relatos', una manera fina de llamarlos 'cuentos'. Por eso no me sorprende que las sesiones formales del Ayuntamiento se conviertan a su vez en una pelea de gallos a ver quién tiene la cresta más grande. El Pleno de hoy, por ejemplo, estaba convocado para aprobar, o rechazar, las subidas de sueldos de alcalde y concejales, debatir qué sentido tiene reclamar a estas alturas la capitalidad de la región para Pucela, o cómo combatir los 'botellones' que se celebran casi todos los fines de semana. Pero lo que podría parecer importante para algunos como servidor se convirtió en otra sesión donde hubo más hormonas que en el vestuario del Real Valladolid antes de saltar al campo a comerse el mundo.
Hoy, mientras el alcalde justificaba por qué no se quería reunir con el señor Igea, vicepresidente de la Junta, y éste le llamaba «chulo de bar», centenares de personas se manifestaban, a menos de 300 metros de la Casa Consistorial, reclamando pensiones dignas. Ya sé que esta reivindicación nada tiene que ver con el Ayuntamiento, pero algunas broncas municipales tienen poco que ver con los vecinos.
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